Todos lo conocen como Blue Jeans. Y no es para menos. En los últimos años se ha convertido en el maestro indiscutible de la literatura juvenil y ha animado a muchos adolescentes a sumarse al hábito de la lectura. Ahora, con una temática actual y en clave de thriller, nos habla de su nuevo libro, Una influencer muerta en París.
Vuelve a traernos una novela de crímenes, muy hilada al mundo actual e incidiendo en la salud mental. ¿Cómo ve ahora mismo el panorama de las redes sociales en ese sentido, en el de la salud mental?
-Bueno, creo que tiene dos lados, uno bueno y uno malo. El bueno es que cada vez se habla más, que no es un tema tan tabú como lo era antes. Cuando alguien decía que se sentía mal o que tenía algún problema de salud mental se decía: “Esta persona está loca”. Y hoy en día tú puedes expresarte y decir cómo te sientes sin que la gente te insulte, se ría..., y que se tome en serio. Creo que la salud mental es un tema fundamental para el día a día, para que la gente se sienta cada vez mejor y hable de las cosas que experimenta. Por otro lado está el tema de la gente que usa las redes sociales en tema de odio, de estar con el cuchillo entre los dientes... Eso al final te genera muchos problemas de salud mental. Está que puedes hablar de ello, pero por otro lado está la gente que te hace sentirte mal o te menosprecia o te insulta... Y en los creadores de contenido está pasando mucho.
¿Cómo ha sido para usted ahora adentrarse, como investigador, en este mundo? ¿Es realmente tan oscuro como a veces se percibe desde fuera?
-Es más inaccesible que oscuro, yo creo. Es un mundo complicado para entrar. Yo quería hacer la novela lo más creíble posible, y pensaba que cuando dijera que estaba escribiendo una novela sobre influencers me iba a contestar más gente, la verdad (risas). Eso ha sido muy complicado, porque no ha habido muchos que hayan accedido. Algunos ni siquiera han contestado, ni me han dejado en visto. No he tenido muchas oportunidades, pero sí algunas, y con gente que está dentro del mundo, que me ha podido contar. Luego he visto muchos documentales de influencers, he empezado a seguir a todos, he analizado su forma de comunicarse, la relación que tienen con sus seguidores... Creo que al final el libro sí ha quedado realista. Y tú decías oscuro, tiene su parte oscura, porque hay muchos intereses y hay mucha presión, y es gente muy joven la que normalmente está en este mundo.
¿Cree que los lectores van a buscar similitudes entre sus personajes y usuarios activos de las redes sociales?
-Sí, no hay problema. Es verdad que hay algunas cosas que son parecidas. Pero es normal, me pasa con todos los libros. No me baso en nadie en concreto, pero sí he cogido ciertos rasgos o comportamientos, vídeos incluso, que se parecen a gente de carne y hueso. De momento nadie se ha enfadado (risas). Pero si alguien se enfada le explicaré que no deja de ser una ficción, y no hay nadie en concreto que sea esa persona.
Uno de sus personajes, Henar Berasategui, la instagrammer que aparece muerta al comienzo del libro, es de Bilbao. ¿Qué le ha hecho querer que este personaje fuera bilbaino?
-Henar es un nombre que me gusta mucho de siempre, y le puse el nombre antes de hacerla de Bilbao. Luego le puse Berasategui, y Bilbao me gustó porque creo que no había incluido ningún personaje vasco todavía en mis libros. Me gusta hacer estos guiños de sitios que me gustan. Tengo muchos amigos de aquí, y si a alguien le gusta que aparezca Bilbao y Euskadi genial. La lástima es que me la cargo al empezar el libro (risas), pero alguien tenía que morir. Además, Henar es la clave de todo. Todos tienen un motivo para querer que le pase algo malo a Henar.
A usted podemos verle en Instagram y Twitter (ahora X). En ambos tiene alrededor de 100.000 seguidores. ¿Alguna vez se han referido a usted como influencer?
-Bueno, yo nunca me he considerado influencer. Creo que mi contenido y mi forma de hablar de mi vida hace que no pertenezca a ese sector. Yo puedo influir en alguien para que lea un libro, o para que quiera ser escritor porque ha leído mis libros y le puede gustar lo que hago. Nunca me he mezclado con marcas, ni he vendido un producto que no sea un libro. Nunca he contado mi vida privada hasta donde no la he querido contar. Y no creo que nadie haga algo porque me haya visto hacer algo, que eso sí pasa con los influencers. Los influencers han llegado a un punto de ser ídolos tan importantes para la gente joven, que la vida de alguien ha dependido de lo que hacía un influencer.
Lo que está claro es que ha creado una comunidad en redes muy sana.
-Sí, y no solo en redes sociales. Una de las cosas de estos quince años es el buen rollo. Cuando alguien llega con otra forma de comportarse no ha durado mucho, pero el buen rollo sí que ha predominado en estos quince años. Y no solo en redes, donde yo no me meto en polémicas e intento que mis lectores no se metan en jaleos por lo menos respecto a mí, sino también en las firmas. Es increíble cómo personas que a lo mejor van a ver a un influencer, youtuber, se comportan de una manera en un sitio y de otra en otro. Siempre intento que me vean como alguien cercano, y eso ha pasado todos estos años porque intento que el lector sea la parte fundamental y la parte más importante de esta historia.
De todos modos, acompañando a la playlist que aparece al final de sus libros, ¿se ha planteado hacer un pequeño diccionario de terminología moderna: beef, boomer?
-(Risas). Bueno, mi padre tiene 71 años, ha leído el libro y me decía: “No entiendo lo que es un streamer. He entendido lo de las instagrammers, tiktokers...” (risas). Al principio se perdía, pero le ha venido bien porque se ha enterado de muchas cosas de la actualidad, y muchos padres no saben de qué hablan sus hijos, de la gente a la que siguen. Y yo creo que si quieres comunicarte con un chaval de hoy en día, tienes que estar muy pendiente de qué es un influencer, a qué se dedica y qué términos utilizan. A mí también me cuesta, y solo me he negado a una cosa: a usar la palabra bro (risas). Ahí no he caído. Beef, hate, funar... Todo esto perfecto. Pero me niego a que uno a otro se llame bro.
Esa es su línea roja.
-Es mi red flag (risas).
Personal
Nacido en Sevilla en 1978, Francisco de paula Fernández González es conocido por muchos como Blue Jeans. Apasionado de la literatura juvenil, muchos adolescentes han crecido leyendo libros como Los crímenes de Chopin, ¡Buenos días, princesa!, o la trilogía de La chica invisible.
Una influencer muerta en París. Ahora, de vuelta en las librerías, presenta Una influencer muerta en París, una novela en clave de thriller que nos cuenta cómo una famosa marca francesa convoca el Premio al Mejor Influencer del Momento de habla hispana.
El galardón se entregará en la capital francesa, pero “esta fiesta repleta de lujo, influencers y lentejuelas acabará de una forma trágica: Henar Berasategui, una de las candidatas al premio y la instagrammer más popular de los últimos tiempos, aparece muerta en uno de los baños del teatro donde se celebra la gala”.