El tanghulu es un dulce tradicional chino que consiste en fruta fresca ensartada en un palo y recubierta con una fina capa de caramelo crujiente. Aunque existe desde hace siglos, en los últimos meses se ha convertido en un fenómeno viral en redes sociales como TikTok, donde su aspecto brillante, su sonido al morder y lo fácil que es de preparar lo han vuelto uno de los antojos visuales más compartidos del momento.
800 años de dulzor
Aunque muchos lo han descubierto hace apenas unas semanas a través de vídeos virales, el tanghulu tiene una historia larga. Este dulce nació en el norte de China, especialmente en la zona de Pekín y Tianjin, y se remonta a la dinastía Song, hace más de ochocientos años. En sus orígenes se elaboraba con espino chino, una fruta pequeña y ácida muy común en esa región. La idea era sencilla pero efectiva: bañar la fruta en caramelo para suavizar su sabor y conservarla durante más tiempo.

Durante siglos, el tanghulu fue un tentempié habitual en los mercados callejeros, especialmente en invierno, cuando el frío ayudaba a que el caramelo endureciera rápidamente. Hoy sigue siendo muy popular en China, sobre todo durante festivales y celebraciones, y muchas veces se sigue preparando de forma artesanal y con ingredientes locales.
Del espino chino a las fresas
Lo que era una receta callejera y tradicional dio el salto internacional gracias a las redes sociales. El tanghulu se empezó a hacer viral cuando los creadores de contenido lo adaptaron con frutas más comunes en Occidente, como fresas, uvas, arándanos, kiwi o plátano. Al cubrirlas con caramelo transparente, las frutas brillaban como si fueran de cristal, generando un efecto visual que encajaba perfectamente con el lenguaje de TikTok e Instagram.
El paso de lo tradicional a lo viral fue casi natural. Unos cuantos vídeos con millones de visualizaciones bastaron para que miles de personas quisieran hacer su propio tanghulu en casa. Y como ocurre con muchas tendencias en redes, la bola creció en cuestión de días.
Cómo se hace el tanghulu
Prepararlo en casa no es difícil, aunque tiene su truco. Primero se eligen las frutas y se colocan en palitos de brocheta. Luego se prepara un almíbar con azúcar y agua, que debe hervir sin remover para evitar que se cristalice. Cuando alcanza la temperatura adecuada, se sumergen las frutas y se dejan enfriar rápidamente en una bandeja o sobre hielo, formando una capa crujiente y brillante.
Al morderlo, se produce una experiencia sensorial muy curiosa: el caramelo se rompe con un crujido limpio, y al instante aparece la fruta jugosa en contraste. Esa mezcla de texturas y sonidos es parte clave del atractivo, tanto para quienes lo comen como para quienes lo ven en vídeo. De hecho, muchos vídeos virales incluyen el sonido al morder como parte del encanto.
La estética como ingrediente principal
Más allá del sabor, lo que ha hecho triunfar al tanghulu es su capacidad de impactar visualmente. Estas brochetas brillan, suenan, reflejan la luz y tienen un acabado que parece sacado de una película. Cada pieza de fruta parece estar envuelta en cristal, y eso, en redes sociales, es irresistible.
El tanghulu es lo que se conoce como una “receta espectáculo”: no solo se disfruta al comerla, sino también al mirarla. Su preparación es llamativa, el resultado es muy fotogénico, y el hecho de que cualquiera pueda hacerlo en casa lo convierte en el dulce perfecto para grabar, compartir y viralizar. Es la combinación ideal entre tradición y algoritmo.
Un plato de la calle
El tanghulu es un ejemplo de cómo una receta antigua puede reinventarse sin perder su esencia. De un clásico callejero en las fiestas de invierno en Pekín, ha pasado a ser una tendencia replicada en todo el mundo. Y lo más interesante es que, en ese proceso, no ha dejado de ser lo que siempre fue: un dulce sencillo, artesanal y ligado a lo cotidiano.
Tal vez no sea el snack más saludable del planeta, pero su éxito se entiende. Es bonito, divertido de preparar y bastante rico. Y como pasa con muchas modas digitales, el sabor es solo una parte de la historia. Lo realmente viral es lo que lo rodea.