En el mundo de la restauración, las normas de seguridad alimentaria no solo existen para proteger la salud del consumidor, sino también para garantizar la calidad y la autenticidad de los productos.
Sin embargo, como ha alertado recientemente la nutricionista Blanca Martín en un vídeo viral de TikTok, hay prácticas que persisten en muchos establecimientos pese a estar expresamente prohibidas por la normativa desde hace más de una década. En el centro de la polémica se encuentra un producto tan habitual como esencial en la dieta mediterránea: el aceite de oliva.
Una botella que no debería estar sobre la mesa
“¿Te suena esta botellita? Pues sí, sigue apareciendo en muchos restaurantes pero está prohibida desde 2014”. Así comienza la advertencia de Blanca Martín, nutricionista y divulgadora en redes sociales. En el vídeo, muestra una botella rellenable de aceite de oliva, de las que tradicionalmente han estado presentes en bares y restaurantes durante muchos años. El problema, explica, es que este tipo de envases están expresamente prohibidos desde hace una década, según una normativa del Ministerio de Agricultura que entró en vigor en 2014.
La razón de esta prohibición es clara: garantizar la trazabilidad, autenticidad y calidad del aceite de oliva que se ofrece al consumidor. Con las botellas rellenables, no hay manera de asegurar que el producto es realmente aceite de oliva virgen extra o incluso aceite de oliva en general. Esto abre la puerta al fraude alimentario, deterioro del producto y, en algunos casos, a problemas de seguridad e higiene.
Qué dice la normativa desde 2014
La normativa a la que se refiere Blanca obliga a que todo aceite de oliva servido en hostelería esté en envases correctamente etiquetados y con tapón irrellenable, o bien en formato monodosis. La medida fue impulsada para reforzar la calidad del producto y evitar prácticas engañosas como rellenar botellas con aceites de inferior calidad, o incluso con mezclas que ni siquiera se corresponden con aceite de oliva.
Según la legislación vigente, estos envases deben mostrar en su etiqueta el tipo de aceite, el origen, la fecha de consumo preferente y otros datos esenciales para el consumidor. Además, el tapón irrellenable impide que se vuelva a llenar el envase una vez vacío, asegurando que el contenido corresponde a lo que indica la etiqueta.
¿Por qué muchos restaurantes siguen incumpliendo?
A pesar de la obligatoriedad de la norma, la práctica de reutilizar botellas o servir aceites sin etiquetado sigue dándose en numerosos bares y restaurantes, especialmente en pequeños establecimientos o zonas rurales. Las causas son diversas: desde el desconocimiento o desinformación hasta el intento de reducir costes.
Blanca Martín recalca que esta infracción no es una cuestión menor. Además, añade que los consumidores tienen derecho a exigir productos envasados conforme a la normativa, y que los restaurantes deberían ser los primeros en respetar el valor del aceite de oliva.
Cómo debe servirse el aceite de oliva en hostelería
La normativa es muy clara y cualquier consumidor puede reconocer un servicio adecuado con unos sencillos criterios:
- Envases con tapón irrellenable: Impide su relleno una vez agotado.
- Etiquetado completo: Nombre del producto, tipo de aceite (virgen extra, virgen, etc.), origen, fecha de consumo preferente y empresa envasadora.
- Formato monodosis: Alternativa habitual en desayunos o servicios individuales, especialmente en buffets y hoteles.
Este tipo de presentación no solo cumple con la ley, sino que además preserva mejor las propiedades organolépticas del aceite, como el sabor, aroma y color.
Ante la duda o sospecha de que el aceite servido no cumple con la normativa, los consumidores pueden pedir al responsable del establecimiento que les muestre el envase original. Si la respuesta no es satisfactoria, también es posible presentar una reclamación ante las autoridades sanitarias o de consumo.