LOS cotillones brindan una forma especial de celebrar la Nochevieja y la entrada en el año nuevo. Pero no solo en el sentido festivo, sino también a la hora de sentarse a la mesa para cenar. Así, los grandes hoteles se visten para la ocasión con sus mejores galas, dispuestos a agasajar a los comensales en un ágape tan especial, al que seguirá una gran fiesta tras tomar las 12 uvas de la suerte hasta altas horas de la madrugada. Muchas veces suele culminar incluso con un chocolate con churros.

Una de las opciones más tradicionales que combina cena, fiesta y alojamiento si se desea es la del hotel Carlton, en Bilbao, a la que se suman también los hoteles Ercilla, Gran Hotel Domine o el Gran Bilbao.

Bolsa de cotillón

Fuera de los cánones clásicos hay otras fórmulas alternativas de diversión como la que ofrece La Tramoya, con cena, música, karaoke y espectáculo.

Igualmente, en Enigmatium Bilbao también han preparado una fiesta de fin de año alucinante. Este restaurante temático propone disfrutar de una velada diferente y muy divertida resolviendo enigmas y disfrutando de un showman. Además, con el atuendo apropiado para la ocasión, echando mano de brillos y lentejuelas propias de la noche más loca del año, quienes acudan podrán sentirse como auténticas estrellas inmortalizándose en su photocall. No faltarán actuaciones, juegos, animaciones y concursos, así como una fiesta con música después de las campanadas.

Para quienes prefieran hacer por separado la cena fuera de casa y la juerga posterior es posible sentarse a la mesa de un buen restaurante que ofrezca menú especial para la ocasión y acabar la noche en una discoteca o pub bailando hasta el amanecer.