Jon Erice (Iruñea, 3 de noviembre de 1986) inicia su etapa como nuevo técnico del Arenas, después de haber dirigido al Mutilvera, Manchego, Rayo Majadahonda y Recreativo Granada, convencido de que los rojinegros darán la talla en su estreno en Primera RFEF. El navarro –exjugador de Osasuna, entre otros equipos, padre de cinco hijos y que no tiene cuenta alguna en redes sociales– asume que se le comparará con Ibai Gómez, su antecesor en el banquillo de Gobela, dice que le obsesiona cómo jugará su equipo y reconoce que le preocupa que a día de hoy no disponga de delantero alguno.
¿Qué se ha encontrado en el Arenas? ¿Es lo que se esperaba??
—Me he encontrado a un equipo en cuanto al grupo de chavales que han renovado que es una base fuerte, y eso hace mejor y más fácil los primeros entrenamientos. Luego es un grupo humilde, en el que hay profesionales muy cualificados que trabajan mucho, porque tienen que abarcar muchas cosas, y luego me he encontrado muchas dificultades en el mercado por el tema económico.
¿Cómo surgió la opción de recalar en Gobela?
—Cuando me enteré de que Ibai salía del equipo, una persona me llamó, me informó y me planteó la posibilidad de tener una entrevista con la dirección deportiva y la presidencia. Accedimos, vine a Getxo, me reuní con Óscar Sampayo (director deportivo), luego hice una videollamada con el presidente (Gorka Zurinaga) y pronto me llamaron para decirme que era la primera opción y que querían que fuera el entrenador del Arenas.
¿Qué le convenció?
—Me convenció lo que querían hacer a nivel deportivo, el perfil de plantilla, que yo iba a estar cerca de casa, de mi mujer y de mis hijos, que para mí es muy importante.
Es un desconocido para el gran público, por lo menos por estos lares, pero su bagaje en tres años de entrenador es importante, ha dirigido a cuatro equipos, incluso con experiencia en Primera RFEF al frente del Rayo Majadahonda.
—Sí, aquí no me conocen, quizá cuando vine con la Mutilvera, que esa temporada cogí al equipo en noviembre y la verdad es que hicimos una buena segunda vuelta. Soy un entrenador joven, con ganas y que no va a inventar nada que no esté inventado ya en el fútbol. Hay que mantener lo bueno del año pasado, pero teniendo claro que la categoría no tiene nada que ver con la Segunda RFEF.
Llega a un Arenas en el que Ibai Gómez ha dejado el listón muy alto, tanto por el éxito de ascenso como por su fútbol. ¿Comulga con su idea?
—Sí, he visto varios partidos a Ibai el año pasado, tanto en directo como en vídeo durante el verano, cuando me salió esta propuesta, y la verdad que es un fútbol que a mí me gusta, un fútbol agresivo hacia adelante, un equipo que quiere ser protagonista, que presiona alto, y que quiere ser un equipo dominador en los partidos. Esa es mi idea. Si la vamos a poder llevar a cabo, o cuánto tiempo la vamos a poder llevar a cabo, va a depender también de los jugadores que tengamos y del rival al que nos enfrentemos, pero mi idea es clara, no voy a hablar demasiado sobre mí porque no me gusta, prefiero que se vea reflejado en el campo lo que quiero hacer.
Le voy a preguntar por usted. ¿Qué perfil de entrenador es Jon Erice?
—Un perfil de entrenador muy trabajador, muy activo, quiero que el jugador el día a día lo haga al 100%, la intensidad es imprescindible para poder tener un ritmo alto de juego durante los domingos, me gusta que el equipo sea alegre, atrevido, que no piense en lo malo que puede pasar, sino que vaya a buscar lo bueno.
¿Qué es innegociable?
—Es innegociable la valentía, las ganas de ganar, ir a por el partido, el ritmo de juego alto, el ser agresivos en ataque, intentar defender lejos de la portería, para mí eso es innegociable.
Dicen que las comparaciones son odiosas, ¿pero asume que le puedan comparar con Ibai?
—Sí, asumo todo. En el fútbol la comparación es continua y además hay que convivir con ella, pero como soy una persona que tampoco tiene redes sociales ni se preocupa mucho de lo que se dice...
Sí que es atípico no tener redes sociales.
—No tengo redes sociales y soy de los pocos entrenadores o jugadores en la actualidad que no tienen nada de eso. Alfredo Sánchez, mi segundo entrenador, me vacila porque dice que en eso soy bastante parecido a Mendilibar, que tampoco maneja tablet, ordenador o redes, que se centra en lo que es el campo y el instinto suyo para ser entrenador.
Será bueno no estar enganchado a redes sociales, ¿no?
—Creo que es bueno, porque yo he visto a compañeros sufrir con esto. Para tener redes sociales con el acceso que tiene el fútbol a todo el mundo hay que estar muy preparado mentalmente para no sufrir la crítica y para que el halago tampoco te equivoque. Si no tienes equilibrio mental para eso, creo que es mejor no tenerlas.
Se dice que los entrenadores son muy obsesivos, ¿usted lo es?
—Yo soy obsesivo con mi trabajo, pero me gusta que cada uno en su parcela tenga la libertad de trabajar sin ningún tipo de problemas. Yo soy el que tiene que poner ese engranaje que junte todos los aspectos del cuerpo técnico, pero no me obsesiono con el trabajo de los demás, sino con el mío solo. Confío en los que tengo alrededor, Alfredo y Asier (Arregi) los he elegido yo, el resto estaban en el club y tengo plena confianza en ellos porque a gente como Fernando (Amorebieta) y Jonan (Jon Ander Izkoa), que llevan muchos años en esto del fútbol, hay que darles su espacio y tienen que sentirse valorados por mí, porque creo que van a hacer un gran trabajo todos.
¿No se come el coco después de los partidos?
—Mucho. Estuve un tiempo en el que al final de mi carrera como jugador conseguí dormir después de perder partidos. Como entrenador he vuelto atrás, a mi época de jugador joven, en la que cada vez que no salen las cosas bien me cuesta muchísimo dormir, no descanso bien, me paso dos o tres días muy enfadado y la verdad que eso me preocupa mucho, sobre todo el cómo juega el equipo, eso es lo que más me obsesiona.
Equipo nuevo, situación nueva, porque llega a un equipo que va a jugar hasta mitad de curso en Gobela y después en Fadura, en hierba artificial. ¿Puede perjudicar el equipo?
—Hay quien cree que nos va a favorecer el empezar en Gobela y otros creen que al rival le va a perjudicar a los que vengan en la primera vuelta y otros creen que el cambio puede ser malo para nosotros. El cambio de superficie a nivel muscular para los jugadores es terrible, es una cosa que nosotros o los que no estamos en el campo no lo notamos, pero el jugador lo va a notar mucho.
—¿Qué le falta para completar la plantilla? ¿Qué le ha pedido al director deportivo?
—No tenemos delanteros, es una realidad. Nos faltan también dos jugadores por banda, uno o dos centrales y un lateral derecho, mientras que el centro del campo creo que está completado a día de hoy; y el lateral izquierdo, también.
¿Qué tipo de delantero le gusta?
—Me gusta cualquiera, porque hay diferentes estilos de delanteros, creo que hay que tener diferentes perfiles de delanteros. Me gustaría un delantero que sea bueno en el juego combinativo, pero que también sea agresivo en el remate. Vamos a ser un equipo que por fuera va a llegar mucho y necesitamos también ese perfil de delantero con gol.
¿Qué debe hacer el Arenas para consumar el objetivo a la permanencia?
—Pues tener una identidad de ser agresivos, ser atacantes, ser presionantes e ir con esa idea hasta el final, hasta conseguir ese objetivo. No me gusta hablar de prometer nada, porque es una tontería. Yo quiero que el Arenas sea la sorpresa del grupo I de Primera RFEF, consciente de que es un grupo dificilísimo, donde todos los equipos de Primera RFEF tienen más poder económico que nosotros, hasta el punto de que nos han quitado jugadores que queríamos como primera opción, cuando nadie les había llamado. Les habíamos llamado hace varias semanas, no tenían otra oferta y confiábamos en que podían venir, pero cuando aparecieron otros equipos, algunos de ellos cercanos, pues se han ido a ese equipo.
¿Se refiere al Barakaldo?
—El Barakaldo ha fichado a varios jugadores que nosotros queríamos y con los que habíamos hablado anteriormente con ellos, con sus agentes, les habíamos presentado el proyecto deportivo, pero luego había aparecido el Barakaldo y hay 3 o 4 jugadores, que lo digo abiertamente, que ha firmado el Barakaldo y que nosotros queríamos. Y puedo decir los nombres porque no tengo ningún secreto.
Dígame entonces esos nombres.
No tengo ningún problema, queríamos a Galarza del Eibar B, a Vicario, que ya estuvo aquí y está cedido del Andorra, queríamos a Iker Ropero de la Real Sociedad... Al final el apartado económico es importante.
¿Cómo puede convencer a un jugador para que fiche por el Arenas?
No lo sé, lo estoy intentando y no lo sé. He conseguido convencer a alguno, como a Adrián Verde o como a (Carlos) Mattheus, pero no sé qué más podemos hacer, porque realmente nuestra limitación económica es grande, es más grande de lo que la gente piensa. Yo entiendo que le puedo convencer diciendo que aquí el jugador joven y con hambre va a tener su espacio y va a jugar muchos minutos. La norma de los sub’23 hace daño a esos jugadores. Hay equipos incluso que juegan sin ningún sub’23 en el once inicial habitualmente y eso nosotros no lo vamos a hacer.