Ander Herrera, para lamento de los aficionados de Boca Juniors y de los que acometieron su fichaje, ha sido el gran protagonista en el estreno del conjunto argentino en el Mundial de Clubes. Los xeneize han empatado la pasada madrugada ante el Benfica (2-2) en un encuentro marcado por la cuarta lesión del centrocampista bilbaino desde que llegó hace medio año Buenos Aires. El exrojiblanco solo ha durado 20 minutos sobre el terreno de juego y ya en el banquillo, masticando un nuevo problema muscular, ha visto la tarjeta roja antes del descanso por protestar de forma desproporcionada al árbitro un penalti a favor de los portugueses. A la espera de conocer el parte médico y la sanción que le impone la FIFA, el ex del Athletic tiene complicado participar en el torneo. Por de pronto, en el próximo compromiso ante el Bayern de Múnich, Herrera será baja. 

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Miguel Ángel Russo, nuevo entrenador de Boca, apostó por Herrera como titular pese a llegar a la cita después de permanecer varias semanas en el dique seco por otro percance muscular y tras realizar una pequeña pretemporada. En Miami, con la afición de Boca llenando las gradas en una especie de mini Bombonera, el bilbaino pisó mal y su gesto, torcido, evidenció que había sufrido la enésima lesión muscular. Se tiró solo al verde del Hard Rock Stadium y con cara de pocos amigos pidió el cambio sin dudar. Abandonó el campo con 0-0 en el marcador. Luego llegarían los goles. Un panorama desolador para Herrera, que solo ha disputado nueve partidos desde que cambió el Athletic por Boca, sin completar ninguno. En las redes sociales, las críticas y los memes sobre el futbolista no han tardado en aflorar entre la hinchada de Boca.

A las puertas de cumplir los 36 años de edad, el bilbaino sufre un calvario con las lesiones, algo que en Bilbao conocen a la perfección. La segunda etapa de Herrera en el Athletic, al que regresó en el verano de 2022 (procedente del PSG, donde no contaba y con una importante ficha), no pasó a la historia por su aportación futbolística, que fue escasa y estuvo condicionada por los numerosos problemas musculares que le impidieron competir con regularidad, especialmente en la temporada de su regreso. El centrocampista disputó 61 partidos con la zamarra rojiblanca en los dos cursos y medio que permaneció en la capital vizcaina. Por lesión se perdió hasta 33 duelos, lo que supone casi el 30% del total de los disputados por el equipo rojiblanco en ese tiempo. Parece que en Boca puede superar esta marca negativa.