El Sestao River sufrió el pasado sábado en Las Llanas una dura derrota en el inicio de la segunda vuelta a manos de un Real Unión que hizo muy poco para llevarse los tres puntos ante un conjunto verdinegro que gozó de un alto número de ocasiones, pero al que no le acompañó el acierto ni una pizca de fortuna a la hora de ver puerta. Todo un varapalo para los de Ángel Viadero, que ponían así fin a su buena racha de cuatro jornadas sin perder para meterse de nuevo en una situación apurada. Sin embargo, al River le toca pasar página y tiene ya puesto el foco en el derbi del próximo sábado en Lezama frente a un reanimado Bilbao Athletic gracias a su meritoria victoria del pasado domingo en Andorra.
Un derbi para el que, en principio, Viadero no podrá contar con Miguel Barandalla, titular en los últimos cinco partidos, ni con Erlantz Palacín, que ultima su recuperación de una lesión de tobillo, ya que los dos jugadores, cedidos por el Athletic, están sometidos a la cláusula del miedo que impone en estos supuestos la entidad rojiblanca cuando los cachorros se enfrentan a un rival directo o de la misma categoría, como es este caso, y que se activa solo en los partidos de la segunda vuelta. Así y todo, la dirección deportiva del Sestao River mantiene conversaciones con la cúpula de Lezama con el objetivo de que esta condición se desactive.
Por el contrario, Jokin Aranbarri, técnico del Bilbao Athletic, tampoco se podrá sentar en el banquillo de Lezama, ya que el domingo fue expulsado en Andorra por “golpear con el pie una botella de agua en señal de disconformidad”.