Yaser Hamed es el segundo de los cinco hijos, todos varones, del matrimonio formado por Ahmed, nacido en Gaza, y Ana María Mayor, originaria de Miranda de Ebro pero vecina de Leioa desde muy joven. Ahmed, ya jubilado, y Ana María son médicos y han echado, junto a sus hijos, raíces en la localidad vizcaina, donde son “muy queridos”, según relata Javier Landeta, presidente de la Federación Vasca de Fútbol, exdirigente del Leioa y muy unido a la familia de Yaser, que ha formado parte de la entidad de su pueblo en dos ocasiones. Su hermano mayor, Ahmad, y los menores Wael, Jamal y Jon (el benjamín es el único de nombre euskaldun) también han sido o son futbolistas (los cinco han pasado por el Leioa en diferentes épocas y categorías), con mención especial a los dos últimos, ya que Jamal, “al que no me extrañaría verlo en un futuro con la selección de Catar”, es un delantero centro que milita a día de hoy en el Muaither de la Segunda División cataría; y Jon ha militado esta campaña en el juvenil del Leioa.

Landeta se congratula de su cercanía con la familia de Yaser y pone el acento en la trayectoria de Ahmed, el padre, “que dedicaba las 24 horas del día a trabajar a tope”, además de recordar que en “las conversaciones que teníamos de jóvenes nos ayudó a conocer mucho la realidad palestina, a acentuar la querencia por su pueblo”. El dirigente de la Federación Vasca de Fútbol desvela que ayer estuvo con Jamel, que “en dos días se tiene que incorporar con su equipo” y apunta que guarda como oro en paño la camiseta de la selección de Palestina que le regaló Yaser, con el que siempre toma un café cuando regresa una vez al año a Leioa.

Un Yaser que tampoco se olvida del Portugalete, que le dio la fama, y del que no se olvida de cara a la final que su exequipo juega hoy en el deseo de ascender a Segunda RFEF. “Seguro que ascendemos”, se despide el jugador en al conversación con DEIA.