Yaser Hamed (Leioa, 9 de diciembre de 1997) es vizcaino, euskaldun y defiende la camiseta de la selección de Palestina, el país de su padre, Ahmed, médico ya jubilado y asentado en la localidad leioztarra. Yaser, que puede jugar tanto de lateral derecho como de central, se formó en Lezama, desde alevines hasta cadetes, para militar después en el Romo, Arenas juvenil, Gallarta (2016-17), Santurtzi (2017-18), Leioa (2018-19) y Portugalete (2019-20), en el que debutó con la selección palestina y desde el que dio el salto al fútbol profesional en plena pandemia del covid-19 para enrolarse en el Busaiteen de Baréin, donde inició su recorrido en varios clubes asiáticos: El Masry (Egipto), Al Rayyan (Catar), Qadsia (Kuwait), NorthEast United (India) y Zamalek (Egipto), su actual club y con el que ha conquistado este curso la Copa Confederación de la CAF, que es la equivalente a la Europa League. Yaser, el segundo de cinco hermanos varones, atiende a DEIA desde Egipto, en una charla a través de la aplicación de WhatsApp, en la que habla de su trayectoria, de la situación de Palestina y de sus deseos de paz para la tierra de su familia paternal.

¿Qué tal le va la vida después de salir de casa hace cuatro años?

Muy bien. Bastante contento con mi trayectoria. Es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida, aunque sí es cierto que al principio tienes esa incertidumbre de ver cómo serán esas primeras aventuras. No todo es una línea recta, hay altibajos, te van surgiendo problemas durante tu carrera y además de estar en tantos países, culturas… Me he adaptado bien, he aprendido y he madurado mucho.

Dio sus primeras patadas al balón en el Athletic, ha pasado por varios clubes vizcainos, de Oriente Medio, de África… ¿Qué representa el fútbol para Yaser Hamed?

Lo es todo. Desde pequeño mi padre me inculcó el fútbol como estilo de vida, compaginándolo con los estudios. El fútbol, aparte de ser un deporte, te inculca valores, aprendes a competir.

¿Qué le ha faltado para cumplir sus sueños?

Nunca me pongo límites. Me pongo metas a corto y medio plazo, todo lo que me propongo lo voy cumpliendo. Tengo 26 años, soy muy joven y me quedan muchas cosas por hacer y por conquistar. Me queda mucha carrera por delante.

Imagino que habrá pasado por diferentes momentos felices y por otros tristes.

Como en la vida, siempre vives momentos buenos y no tan buenos. Al haber jugado en tantos países, experimentas más vivencias en el día a día y también la selección palestina te permite vivir experiencias que en otros sitios no las vivirías. Con el Zamalek acabamos de ganar la Copa Confederación de la CAF, que es la equivalente a la Europa League, y con la selección también logramos por primera vez en la historia la clasificación a la Copa de Asia, hace un par de semanas nos clasificamos a la tercera y última ronda clasificatoria para el Mundial. Son momentos felices y los no tan felices me los guardo para mí, pero todo te vale en esta vida.

¿Qué buscaba cuando dejó el Portugalete para hacer las maletas y recalar en la liga de Baréin?

Yo estaba con la selección, me di a conocer en países árabes, hice buenos partidos y ello me dio la oportunidad de emprender un nuevo camino, empezando en Baréin que te valía para madurar más rápido. Buscaba nuevos retos.

¿Y nunca le ha surgido la oportunidad de regresar a casa? Se rumoreó incluso de un posible interés del Athletic.

Siempre hay posibilidades de volver, de estar cerca de tu familia. Tengo que valorar muchas cosas, porque también tengo proyectos en estos países… El tema del Athletic lo llevaban mis agentes, a mí no me gustan los rumores, me ciño a las cosas reales que hay encima sobre la mesa. Cuando hay rumores, intento evadirme y estar al margen de ello.

Estuvo cinco años en Lezama ¿Qué huella le ha dejado el Athletic?

Para mí, el Athletic ha sido una parte importante en mis inicios. La formación que recibes es fundamental, tuve la suerte de pertenecer al Athletic durante cinco temporadas, en las que no solo aprendí futbolísticamente sino también en valores, de lo que es representar a un club grande. Estar en el Athletic te hace madurar mucho mentalmente y poder perseguir tu sueño.

Al margen de su trayectoria en diferentes clubes, es internacional con Palestina, con la que ha logrado el pase a la tercera ronda de la clasificatoria de Asia para el Mundial de 2016 en Canadá, Estados Unidos y México pese a salir goleados en el último partido ante Australia, en el que fue titular. ¿Cómo valora este éxito de su selección en unos momentos tan duros para su pueblo?

Acabamos de conseguir un hecho histórico con el billete a esta tercera fase clasificatoria para el Mundial de 2026 y estamos muy satisfechos. El equipo va a más, va logrando objetivos, es un éxito para todos los palestinos que viven no solo en Palestina y en Gaza, sino también para los que viven en el resto del mundo, que son muchos los que han tenido que emigrar para poder mejorar su vida. Lo que está pasando en Palestina es muy duro, a mí no me gusta el tema político, pero todo lo que podamos hacer dentro del campo para darles una alegría, bienvenido sea.

Porque va más allá de lo deportivo.

Somos los privilegiados para dar voz a todos los palestinos del mundo, somos como los responsables de, dentro de lo mal que lo están pasando, llevarles una pequeña felicidad. Cada victoria que conseguimos recibimos mensajes de Gaza y de toda Palestina, somos esa pequeña esperanza, esa alegría. En las dos horas que duran un partido, son muy felices. Te sientes orgulloso de que esa pequeña felicidad que tienen es por ti. La selección significa muchísimo, con el fútbol damos voz a Palestina y para defender a Palestina como bien se merece.

¿Qué significa jugar para Palestina, aunque usted sea vasco de nacimiento?

En cuanto se me dio la oportunidad de poder representar a Palestina, no lo dudé ni un momento. Me siento orgulloso de representar al país de mi padre y cuando entro en el campo intento dar el 200 por cien para dejar a Palestina donde se merece y también para poder hacer historia con ellos.

Su padre es originario de la franja de Gaza, de la que emigró con 17 años de edad. ¿Qué les contaba en casa?

Siempre nos cuenta que jugaba muy bien al fútbol, pero su abuelo le dijo que tenía que ir a estudiar. Cursó la carera de Medicina en el País Vasco, donde conoció a mi madre. Cuando vino aquí no era una situación fácil, venir de otro país, sin conocer el idioma… Se tiraba horas y horas en la biblioteca estudiando hasta que cerraban y se quedaba dormido dentro. Me siento muy orgulloso por todo lo que ha luchado para estar donde está, de todo lo que ha conseguido y poder criarnos de la mejor manera posible.

¿Suele viajar a Palestina?

He viajado tres o cuatro veces, y todas han sido por la convocatoria con la selección. Nos solía concentrar en Palestina, pero por la situación que se vive las convocatorias se hacen fuera en diferentes países, como Catar, Emiratos Árabes o Kuwait, depende de cuándo sea.

¿Ha pasado miedo por su condición de palestino?

Ha habido dos o tres momentos en los que he pasado un poco de miedo, pero al final quedan como anécdota y experiencia.

¿Ha llegado a compartir vestuario con jugadores israelitas?

La verdad es que no.

¿Cómo lleva el escenario bélico en Gaza? ¿Tiene familia en la Franja?

Casi toda la familia de mi padre está en Gaza, en concreto en Beit Hanun, pero han tenido que emigrar al sur, a la zona de Rafah, y les intento ayudar en todo lo que está en mis manos. Espero que esta situación acabe pronto, porque todo el mundo está viendo lo que está pasando, que es una barbaridad.

¿Qué le viene a la cabeza cuando ve las imágenes por televisión?

Se me pone la piel de gallina, te da mucha pena, que muera mucha gente inocente. Al final es muy triste todo lo que está pasando. Intento evadirme, no ver… porque si estás constantemente viendo imágenes tu estado de ánimo durante el día te cambia bastante. Intento no ver ningún vídeo, sí informarme de lo que pasa, son cosas que no puedo ver, me siento muy mal.

¿Cree posible una solución?

Sinceramente sí creo que es posible y espero que llegue pronto. Ningún país en el mundo se merece lo que está pasando en Palestina, mi sueño es que Palestina viva en paz y sea libre.