La próxima edición de Primera RFEF ofrecerá un marcado sabor vizcaino. Cuatro de los cuarenta clubes, el diez por ciento, que competirán en la categoría de bronce, una competición cuasiprofesional, proceden de este Territorio Histórico, lo que se entiende como un éxito de su fútbol, pero que también puede causar una especie de guerra de guerrillas entre Bilbao Athletic, Amorebieta, Sestao River y Barakaldo, especialmente en el caso de estos tres últimos por aquello de que la entidad rojiblanca está en otro mundo ajeno. Jon Larrea, Ángel Castro y Ricardo Arana, presidentes de los azules, verdinegros y aurinegros, respectivamente, analizan para DEIA esta abundancia vizcaina en su grupo, la competencia entre ellos a la hora de moverse en el mercado y la rivalidad que aflorará a lo largo del devenir de la liga. Los tres mandatarios, que confiesan llevarse bien entre ellos, evitan hablar de posibles polémicas, subrayan que cada uno defenderá los intereses del club que presiden y argumentan las bondades de sus proyectos.
“El hecho de estar cuatros equipos de nuestro territorio significa que nuestro fútbol está muy vivo, que hay gente por detrás que trabaja de lo lindo y ojalá estuviéramos aún más”, afirma Jon Larrea, de cuya reflexión comparte Ángel Castro: “Si el año pasado ya era bonito como único club vizcaino, imagina cómo será con cuatro equipos, de cara a los aficionados, a la rivalidad, a desplazamientos cercanos, al ambiente que se va a generar”. Ricardo Arana no se sale de esta línea: “Vuelve después de varios años nuestro derbi tradicional con el Sestao, además de los duelos ante el Amore y el Bilbao Athletic, lo que el atractivo será importante más allá del Athletic y que pone a Bizkaia como una referencia”. La rivalidad también conlleva competencia a la hora de confeccionar los respectivos proyectos. “El hecho de fichar en el entorno vasco va a ser más complicado, habrá que salir de Euskadi”, recalca el presidente del Sestao y su homólogo en el Barakaldo pone el acento en la “salsilla” que se va a crear, “pero no puede haber una guerra entre nosotros, porque solo causaría que perdiéramos los tres clubes”. Línea a la que se suma el mandatario del Amorebieta, que reclama “una gestión responsable, haya uno, cuatro o ningún club vizcaino”, y descarta enfrentamientos, porque “cada uno debe configurar su plantilla con la misma competencia que con cualquier club de otro origen que no sea Bizkaia”.
Esa necesidad de captar en una tarta cuyas porciones merman obliga a cada una de estas entidades a seducir a los futbolistas que desean para que se decanten por su proyecto y no por el del vecino. Jon Larrea, que matiza que “nosotros partimos de cero con un cuerpo técnico nuevo y una plantilla remodelada casi al cien por cien”, no detecta “grandes diferencias entre los proyectos” de los clubes vizcainos y en su caso “ofrecemos trabajo, ilusión y cercanía, además de la trayectoria exitosa de los últimos tiempos”; en tanto que Ángel Castro recurre al aura “histórico del Sestao, del ambiente que se vive en Las Llanas con una afición que te lleva en volandas, un club que paga religiosamente a final de mes y que no debe nada a nadie”. Ricardo Arana también tira de músculo: “Ofrecemos una trayectoria ascendente, un campo muy majo para la categoría, un proyecto ambicioso, experiencia y mucha ilusión, al margen de un presupuesto acorde al momento”.
Presupuesto, el quid de la cuestión, sobre todo en una Primera RFEF donde muchos clubes mueven cifras importantes. El Amorebieta, por su condición de descendido y con el aval del fondo de casi dos millones de euros que le llega desde LaLiga, asoma como el más poderoso de estos tres clubes vizcainos en el matiz financiero, aunque su presidente destaca que “el proyecto es más importante que el dinero, que claro que es una cuestión relevante, pero un entrenador y un jugador valoran de la misma manera el dinero y el proyecto que le ponen sobe la mesa”. Su colega en el Sestao, que salvó la categoría en la última jornada, conoce la exigencia dineraria de Primera RFEF y, tras desvelar los apuros de su entidad para alcanzar un presupuesto que ronde el millón y medio de euros, cree que Amorebieta y Bilbao Athletic “estarán por encima de nuestras posibilidades, por lo que tenemos que ser imaginativos a la hora de sacar recursos”, en tanto que el mandatario de un Barakaldo que encadena dos ascensos consecutivos dice que en la semana que entra “empezaremos a analizar el presupuesto, a negociar más patrocinadores, más masa social, siempre desde una realidad asumible”.