El Amorebieta, lanzado en busca de una permanencia que atisba a un punto de distancia con el Valladolid como próximo rival el sábado en Lezama a partir de las 14.00 horas, tiene en Eneko Jauregi (Mujika, 13-VII-1996) a su hombre gol. De vuelta a su mejor versión, el delantero azul reconoce a DEIA haber recuperado la confianza y tener entre ceja y ceja la portería rival en medio de una delicada situación en la que “disfrutas sufriendo”.

Cuatro victorias y un empate en los cinco últimos partidos y mejor equipo de la Liga Hypermotion en las diez últimas jornadas. Han puesto la directa.

—La verdad es que sí. Hace no muchos partidos nos costaba y hablábamos de la mala racha que llevábamos, pero nosotros sabíamos que necesitábamos un par de buenos resultados para ver que todo el trabajo que hacíamos era bueno. Ahora se está viendo reflejado.

¿Qué se respira en el vestuario?

—Se respira algo más de tranquilidad al ver que todo eso que se trabaja se ve después en el campo, pero seguimos en puestos de descenso y no nos podemos relajar. Tenemos que seguir igual.

¿Qué ha cambiado respecto a hace apenas dos meses, cuando llegaron a estar a diez puntos de la salvación?

—Sobre todo, a nivel de cabeza, el hecho de encadenar en su momento varios resultados positivos como comentaba. Muchas veces cuando te ves abajo y las cosas no van bien las dudas existen y no son buenas, pero gracias a esas victorias que conseguimos nos hemos convertido ahora en el mejor equipo en las diez últimas jornadas. Es algo increíble.

Lo cierto es que no se dieron por vencidos cuando muchos les dieron prácticamente por descendidos a finales de febrero.

—Fuera siempre se hablan muchas cosas y lo fácil cuando un equipo está ahí abajo es decir que ya está descendido. Si nosotros hubiéramos creído lo que se decía fuera, estaríamos quince puntos por debajo. Ahora se dirá que estamos muy vivos. Vamos a lo nuestro.

El impacto de Jandro Castro es incuestionable. ¿Qué les ha dado?

—Nos ha dado mucho. Al principio todo lo que nos decía se veía plasmado en el campo, pero los resultados no salían y tuvo que ser difícil también para él ver cómo se perdían los partidos por pequeños detalles. Ahora se puede ver que todo lo que trabajamos con balón y sin balón está dando sus frutos y es trabajo de todos.

La situación, pese a la gran mejoría mostrada en el plano colectivo, sigue siendo delicada al asomar a un punto de la permanencia. ¿Consigue disfrutar en el campo o se sufre dada la tremenda importancia de cada partido?

—Muchas veces disfrutas sufriendo, porque sabes que con el trabajo que estás haciendo y están haciendo tus compañeros te van a poner algún balón y lo tienes que aprovechar para hacer gol. Si sufres en el campo, pero acabas ganando lo celebras.

Se habla mucho del equipo, pero usted también ha dado un paso al frente. Ha marcado en tres de las cuatro últimas jornadas.

—Sí, cuando el equipo tiene una buena dinámica tú te beneficias. Intento hacer el trabajo que me pide el míster y lo que se le pide a un delantero, meter goles, que es lo que cuenta.

Se vio relegado a la suplencia en varios partidos, pero recuperó la titularidad y está siendo decisivo con sus goles. ¿Ha recuperado la confianza?

—Sí, las temporadas suelen ser largas y tuve un pequeño bache con algunos problemas, pero es caerte y levantarte. Ahora me encuentro muy bien y con confianza.

Es el máximo goleador del Amorebieta en liga con seis dianas. Dos temporadas atrás lo fue Gorka Guruzeta con trece tantos y le sirvió para sellar el billete de vuelta al Athletic. ¿Tiene al donostiarra como referencia?

—Claro, es un jugador que ahora mismo es titular indiscutible en el Athletic, el equipo de nuestra zona, y también estuvo en una situación muy parecida a la mía. Tuvo una segunda vuelta muy buena y cuando un futbolista al que conoces hace esas buenas cosas te fijas en él.

El sábado le toca volver a buscar el gol en otro partido crucial contra el Valladolid en Lezama.

—Está claro. Cuando estás con esta confianza y con el equipo en buena dinámica lo único que quieres es seguir marcando para ayudar a los compañeros.

¿Cómo ve el encuentro?

—Muy bien. Estamos preparando desde el lunes el partido, el equipo está muy fuerte mentalmente sabiendo en todo momento lo que tiene que hacer e intentaremos hacerlo lo mejor posible con las pautas que nos está dando el míster para que los tres puntos se queden en Lezama.

Cada punto se antoja vital; los rivales directos también están sumando y está todo en un pañuelo.

—Así es, pero no tenemos que fijarnos en los demás. Debemos hacer nuestro trabajo. El resto no está en nuestras manos.

¿Qué mensaje envía a la afición?

—Aunque nos ha costado transmitirles que no estábamos muertos, están viendo que el equipo está tirando para arriba. Sabemos que cuando nos salen bien las cosas hacemos felices a los nuestros y ese apoyo que nos dan también es muy importante.