El Liverpool, con un cambio de cara tras el descanso, perdonó un triunfo que tuvo cerca, en la mano y en las botas, sobre todo del colombiano Luis Díaz, ante el Manchester City, que perdió el rumbo del encuentro y que sufrió para salvar un punto (1-1) que mantiene en un puño la pelea por el liderato de la Premier que mantiene, por diferencia de goles, el Arsenal. Un único punto separa a los tres aspirantes al título de la competición inglesa. El Arsenal de Mikel Arteta, que sacó adelante, con muchos apuros, el duelo ante el Brentford, está en la cima igualado a puntos con el Liverpool, debajo por los tantos marcados y encajados. Uno menos que ambos tiene el cuadro de Pep Guardiola, que ralentizó en Anfield su ritmo después de tres triunfos seguidos.

Se resiste el terreno red al vigente campeón, que solo ha ganado dos veces en Anfield en los últimos treinta años en la Premier. Se puso por delante el City en una acción de laboratorio que culminó John Stones. Pero pagó un error grosero de Nathan Ake que supuso el penalti que transformó el argentino Alexis Mac Allister y que acabó con el meta Ederson lesionado y sustituido. Dos goles, uno por cada lado, escaso bagaje de acierto para lo que vivió el gran duelo del fútbol europeo, entre dos aspirantes al éxito, en la última temporada red de Jurgen Klopp, que salió airoso del envite a pesar de las bajas. Le alivió la presencia de Mohamed Salah en la última media hora. El egipcio lo cambió todo en un cara a cara que pudo ganar cualquiera.