Los incidentes y las agresiones han vuelto a sacudir a las categorías inferiores. En esta ocasión, los mismos se produjeron, como adelantó ayer DEIA, a la conclusión del encuentro que disputaron el pasado sábado en el campo de Sansomendi, en Gasteiz, el Lakua y el Indautxu, dentro de la Liga Vasca de juveniles y que finalizó con victoria bilbaina por 1-2. El resultado se convirtió en anecdótico, porque el colegiado del partido redactó un relato que describe tantos los insultos que recibió por parte del padre de un jugador del Indautxu en el último tramo del duelo ('Hijo de la gran puta, me cago en tus muertos, eres un casero de mierda y te voy a esperar a la salida') como la pelea que desataron cinco aficionados que saltaron al césped y que propinaron un puñetazo en un ojo al guardameta del equipo bilbaino, que necesitó atención médica y que ya ha interpuesto la denuncia pertinente ante la Ertzaintza, que tuvo que intervenir ante la gravedad de los hechos, ya que, según el acta arbitral, “50 aficionados de ambos equipos saltaron al terreno de juego y comenzó una batalla campal de unas 100 personas, en la que participaron tanto jugadores como aficionados”. En el último párrafo, el trencilla recuerda que tuvo que ser escoltado por efectivos policiales y ante el cariz de los acontecimientos decidió finalizar la redacción del acta en su domicilio.

El presidente de la Federación Vasca de Fútbol (FVF), Javier Landeta, condena en declaraciones a DEIA estos sucesos, que “por desgracia ya no son tan aislados y cada vez se producen con más asiduidad”, para mostrar su “preocupación e indignación” por unos lamentables casos que proliferan en categoría juvenil, “donde se concitan grupos de jóvenes violentos que en el ocasionado en Sansomendi –una instalación en la que el acceso es abierto y gratuito– son ajenos a los dos clubes”. Landeta reconoce que el relato del acta “es tremendo” y adelanta que ya ha hablado con los presidentes del Lakua y el Indautxu, a los que se ha pedido un informe. La entidad gasteiztarra, que avisa que “vamos a ir con todas las de la ley”, ya ha remitido a las autoridades la grabación en la que se recogen las imágenes de la invasión del campo por parte de los jóvenes que se cubrieron el rostro con las capuchas de las sudaderas, mientras que la bilbaina presentará en breve sus alegaciones.

“Estos casos por desgracia ya no son tan aislados y cada vez se producen con más asiduidad”

Javier Landeta - Presiente de la Federación Vasca de Fútbol

El máximo mandatario de la FEV, que también censura la “deplorable actitud” del padre del jugador del Indautxu que insultó al colegiado, cree que las soluciones pasan, primero, “por la prevención, y de hecho ya estamos trabajando con la Ertzaintza; en segundo lugar, por la formación y educación, sin obviar que hay que sancionar estos comportamientos; y por la implantación de la figura de una especie de delegado de grada, como ya se tenía durante la época del covid, para tener un control del acceso de posibles personas conflictivas, ya que la seguridad privada es inviable para los clubes modestos”. “Estamos hablando con la Ertzaintza para que nos asesore, con los clubes hablamos mucho aunque quizá nos falte reuniones más esporádicas de seguimiento de los protocolos”, matiza Landeta, que subraya su “admiración por el trabajo de los árbitros, que nos han transmitido que la crispación en estas categorías va en aumento”.

“No fue una batalla campal, sino una invasión por parte de esos energúmenos, alguno con pasamontañas”

José Hernández - Presidente del Indautxu

José Hernández, presidente del Indautxu, también condena los hechos acontecidos en Sansomendi y recuerda que, pese a no estar presente en el encuentro, es “la primera vez en mis once años en la presidencia que nos ocurre este tipo de incidentes”, para, según el testimonio que le comentó el delegado del equipo juvenil, negar que se hubiera producido una batalla campal tal como recoge el acta arbitral. “Se trató de una invasión por parte de esos energúmenos, encapuchados y alguno con pasamontañas, los jugadores se fueron a una esquina junto a los entrenadores y el damnificado fue nuestro portero, que estaba en la otra punta y al que propinaron el puñetazo en el ojo, aunque afortunadamente el chaval está bien”, afirmó el dirigente de la entidad bilbaina, que adelanta que escuchará la versión del padre del jugador de su equipo que al parecer insultó de gravedad el colegiado antes de tomar, sin corresponde, una medida disciplinaria, que podría ser la baja como socio.