AMOREBIETA: Campos; Núñez, Gayà (Min. 61, Manu), Etxeita, Lasure, Sibo, Carbonell, Dorrio (Min. 78, Morán), Rayco (Min. 73, Quintero), Da Graca (Min. 78, Avilés) y Jauregi (Min. 72, Edwards).

OVIEDO: Leo Román; Luengo (Min. 59, Camarasa), David Costas, Calvo, Abel, Luismi (Min. 46, Jimmy), Colombatto (Min. 70, Sesé), Viti, Sebas (Min. 79, Alemao), Seoane (Min. 70, Cazorla) y Bastón.

Árbitro: Guzmán Mansilla (Comité Andaluz). Expulsó con dos tarjetas a Carbonell y amonestó a Jauregi por el Amorebieta; y vieron la amarilla Abel, Luengo, Camarasa y Cazorla en el Oviedo.

Incidencias: Partido correspondiente a la duodécima jornada de LaLiga Hypermotion disputado en Lezama ante 1.495 espectadores.

El Amorebieta, de menos a más en su vuelta a Lezama tras el durísimo set encajado una semana atrás en la aciaga visita al Leganés, volvió a ser el Amorebieta más reconocible ante un lanzado Oviedo que no pudo superar a los azules pese a jugar en superioridad numérica desde el minuto 73 por expulsión de Alex Carbonell. Campos, Etxeita, el propio Carbonell, Rayco y Da Graca fueron las cinco novedades que introdujo de entrada Mujika respecto a la debacle de Butarque. El primer objetivo, recuperar las señas de identidad perdidas ante el Leganés para volver a exhibir una genética competitiva que brilló por su ausencia frente al cuadro madrileño y que se antojaba primordial para plantar cara con ciertas garantías a un Oviedo que llegó a Lezama arropado por más de medio millar de aficionados. 

“Juegas en casa” cantó la ruidosa hinchada del conjunto carbayón a sus futbolistas en los instantes previos al inicio de un encuentro en el que Oier Luengo, natural de Amorebieta, ejerció como ilustre rival bajo la condición de lateral derecho en un equipo que coleccionaba tres victorias y un empate en sus cuatro últimos compromisos con tres porterías a cero consecutivas. A un adversario lanzado en el último mes de competición, así las cosas, desafió el Amorebieta, que comenzó y acabó la tarde en puestos de descenso. Con una creciente necesidad en términos clasificatorios y con la obligación de dar un paso al frente en el plano individual y colectivo, los de Mujika salieron al campo con la idea de no regalar absolutamente nada a un Oviedo que, aun así, estuvo a punto de adelantarse en el marcador en el minuto 16. 

Campos, de vuelta a la titularidad, repelió un potente disparo de Viti desde la frontal del área y Borja Bastón perdonó en el rechace. La cruzó en exceso sin oposición el delantero madrileño, quien volvió a disponer de otra magnífica ocasión para hacer el 0-1 minutos después al encarar en solitario a Campos sin que su carrera llegara a buen puerto para alivio azul, que dispuso entre ambas acciones de un libre directo de Rayco que se marchó fuera por escasos centímetros. Entró en ebullición el choque tras el letargo inicial y no pareció sentarle bien al Amorebieta, al que no le interesaba un combate cuerpo a cuerpo. Perdido por momentos el control del partido con la amenaza de volver a encajar primero, los vizcainos trataron de recomponerse a marchas forzadas, pero el Oviedo se adueñó del juego, se hizo con el balón y sometió a partir del ecuador del primer acto a los azules, que, con las líneas demasiado separadas entre sí, se vieron abocados a perseguir sombras hasta el tiempo de descanso. 

El 0-0, a pesar de las contadas aproximaciones con peligro real a una y otra portería, fue la mejor noticia para el Amorebieta, que apenas se mostró en ataque, pero defendió al menos con orden a la espera de encontrar la manera de sacudirse la presión tras la reanudación. Fue el Oviedo, no obstante, el equipo que movió el banquillo a la vuelta de vestuarios con una modificación en la medular. Mujika apostó por dar continuidad al plan inicial con una presión tras pérdida más agresiva y Dorrio tuvo en sus botas el primero de la tarde recién descorchada la segunda mitad, pero su disparo con la derecha se estrelló contra el lateral de la red. Seoane, acto seguido, también pudo marcar, pero tampoco encontró portería y el Amorebieta aceptó el envite. No se arrugó como ocurrió tras la doble ocasión de Borja Bastón en la primera mitad y siguió buscando el gol con opciones para Carbonell y Rayco antes de la hora de partido. 

Mejorada la imagen ofrecida durante los primeros 45 minutos, los azules, que perdieron por un contratiempo muscular a Gayà, equilibraron fuerzas con los ovetenses y Etxeita fue el siguiente en llamar a la puerta del gol con un cabezazo cruzado a la salida de un córner que salvó la zaga del Oviedo in extremis. 

La expulsión

Cuando mejor estaba el Amorebieta, con el eterno Cazorla recién ingresado en el terreno de juego en las filas del cuadro asturiano, llegó la expulsión de Carbonell, quien vio la segunda cartulina amarilla por una innecesaria entrada a destiempo sobre Sebas en campo contrario. Obligado por las circunstancias y en un contexto del todo desfavorable al quedarse en inferioridad numérica, el conjunto vizcaino no tuvo otra que replegarse, juntar líneas todo lo posible y contener las ofensivas de un rival que dio el balón a Cazorla para que intentara marcar diferencias. 

Entró constantemente en contacto con el esférico el veterano centrocampista, que cumplirá 39 años en diciembre, pero se defendió con uñas y dientes el Amorebieta, puro pundonor y coraje en medio de la batalla, para sostener el 0-0. El punto, que cabe calificarlo como positivo, es el segundo que arrancan los azules en las seis últimas jornadas, pero debe servir como punto de inflexión para recuperar la confianza y encarar con ánimos renovados la visita del próximo sábado al Eldense, rival directo en la pelea por una permanencia que el Amorebieta estará más cerca de alcanzar si da continuidad a la imagen mostrada ante un histórico como el Oviedo.