El Amorebieta se dio un festín en Lezama para firmar la primera victoria en su regreso a LaLiga Hypermotion en un encuentro en el que el conjunto azul hizo muchísimas cosas bien y casi ninguna mal. El fútbol es así de sencillo. No es necesario caer en exageraciones. El colectivo de Haritz Mujika da fe de ello. Es un bloque homogéneo, que tiene interiorizada su propuesta y que, para más inri, asoma pegada. Su media es llamativa, dos goles por partido, y su arranque es meritorio, ya que no conoce la derrota en las tres jornadas recorridas. Miel sobre hojuelas. En esta ocasión, empequeñeció al Andorra de Eder Sarabia, que se presentó en Lezama con pleno de triunfos y que emprendió viaje de vuelta a casa lastimado por el meneo que le dio el equipo vizcaino en cuanto a fiabilidad y, especialmente, en cuanto a eficacia de cara a gol, que es la que decide los encuentros. El Amorebieta no requirió de un fútbol maravilloso respecto a sobar la pelota, pero sí recurrió a un equilibrio que destrozó al conjunto propiedad de Gerard Piqué. El premio al trabajo y la humildad.

Cada equipo es un mundo, tiene, sin más, su propia genética. Se conoce la identidad del Amorebieta, fiel a una idea, la que le ha llevado a coleccionar éxitos en los últimos tiempos. Puede gustar o no, pero es la que es, sobre todo cuando su dirección deportiva lidera un proyecto que no está sometido al capricho de lo inmediato, o sea a la moda que quieren imponer algunos desde el exterior. A esta reivindicación de lo propio se añade el ajustado músculo financiero, ya que no está para derroches la entidad presidida por Jon Larrea, al que le toca hacer malabarismos para que los números no lastimen las arcas del club, que también tiene su lado meritorio. Así las cosas, Haritz Mujika es un entrenador obcecado, en el buen sentido del vocablo, en su propuesta. El de Pasaia es poco amigo de efectuar experimentos, de ahí ese matiz un tanto pragmático que le pueda perseguir, por lo que no se esperaba ayer un revolcón en su plan, salvo escasos retoques, que en este caso se limitaron a la presencia de Iker Seguín, el capitán, en detrimento de Félix Garreta, cedido por el Betis, titular y goleador en Albacete la pasada jornada; y de Javi Eraso, curtido en estas lides, por el australiano Ryan Edwards. Eder Sarabia, técnico del equipo tricolor, emuló a su colega, y solo modificó su once habitual en el eje defensivo con la entrada de José Marsá en lugar de Vilanova.

Con las cartas sobre la mesa, se trataba de sacar el máximo rédito a las mismas. El conjunto zornotzarra tenía asumido que el Andorra, una escuadra sin nombres llamativos pero con futbolistas talentosos, se encargaría de tener la posesión. De hecho, es la idea innegociable de Sarabia, mientras que Muiika maneja otros registros. Uno de ellos lo argumenta en la solvencia defensiva, que la tiene bien trabajada. Otro se explica en la paciencia y en la explosividad cuando huele el área rival. Con todo, fue el conjunto pirenaico el que amenazó en el tramo inicial, especialmente porque volcó su ataque en el costado izquierdo, donde, bajo la batuta de Jandro Orellana, buscó insistentemente a Pampín, Iván Gil y Julen Lobete, lo que generó un esfuerzo extra a Dorrio y Jorge Mier, que bastante tuvieron con activar el modo protector para no verse superados. Los azules sufrieron en un arranque descarado del Andorrra, que hizo templar a Campos en un duro disparo de Pampín, a los dos minutos, y a un remate de cabeza de Bové, cinco minutos después de centro de Lobete. El domino visitante era evidente, pero el Amorebieta salió indemne, lo que se entendía como buen noticia para un equipo acostumbrado a sufrir y esperar su momento.

Este podía haber llegado en su primera llegada, tras un despiste del ex del Athletic Alex Pertxarroman y un punto acelerado en su regreso a Lezama, de la que no sacó tajada Eraso con un golpeo deficiente con la testa atrás un gran servicio de Seguín desde banda. Un primer aviso que permitió al conjunto azul salir de su letargo, al mismo tiempo que ocasionó minutos de tuteo sin apenas interés futbolístico, ya que predominó el temor mutuo. El Andorra mantuvo la posesión, pero solo como artificio, ante un Amorebieta bien sostenido en la medular por Sibo y con sus dos centrales, con mención especial a Manu Hernando, en plan mandones sobre un inédito Manu Nieto, que en la jornada anterior firmó un hat-trick ante el Cartagena. El partido gustaba al Amorebieta, que olfateó sangre en su segunda llegada, en una acción que llegó a las botas de Rayco y el canario sacó un excelso centro que envió al fondo de la red andorrana Eneko Jauregi con un testarazo marcó de la casa. El de Mujika está de dulce y se ha revalorizado desde su llegada a Urritxe, lo que supone toda una plusvalía para una plantilla limitada de recursos ofensivos.

El gol fortaleció al conjunto vizcaino, que vio el camino libre hacia su primera victoria del curso. La había dejado escapar en el Carlos Belmonte tras dilapidar un 0-2 y no lo podía hacer en esta ocasión ante su parroquia. Sobre todo, cuando el partido se le puso aún más de cara con el tanto de Eraso, un viejo rockero. El navarro se buscó la vida dentro del área, ganó el duelo físico con dos rivales y batió a Ratti un un sutil golpeo. El Amorebieta, sin más, se benefició de la debilidad defensiva del Andorra, el talón de Aquiles del equipo de Sarabia. Restaba todo un mundo por delante, pero el destino estaba marcado, porque el conjunto de Mujika, en el que debutó Jon Morcillo tras cerrar la cesión desde el Athletic, se hizo aún más fuerte, dominó la letra pequeña del partido y abortó todo intento del Andorra de inquietar a Campos, solo angustiado por el lanzamiento al larguero de Álvaro Martín. Tal era la euforia azul que Sibo cerró la fiesta.

FICHA TÉCNICA

AMOREBIETA: Campos: Mier (Min. 87, Álvaro Núñez), Hernando, Etxeita, Seguín; Dorrio (Min. 76, Morcillo), Sibo, Carbonell, Rayco (Min. 86, Quintero); Eraso (Min. 76, Morán) y Jauregi (Min. 68, Edwards).

ANDORRA: Ratti; Petxarroman (Min. 74, Iker Benito), Marsá (Min. 74, Molina), Arroyo (Min. 63, Vilanova), Pampín; Bover (Min. 63, Martín), Orellana (Min. 84, Samper), Iván Gil; Álex Calvo, Manu Nieto y Lobete.

Goles: 1-0: Min. 39; Jauregi. 2-0: Min. 53; Eraso. 3-0: Min. 92; Sibo.

Árbitro: Cid Camacho (Comité Castilla y León). Amonestó a Etxeita y Quintero, por el Amorebieta; y a Petxarroman, por el Andorra.

Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada de LaLiga Hypermotion disputado en las instalaciones de Lezama ante 1.015 espectadores.