El Sestao River y su entorno continúan de fiesta después de consumar nueve días atrás el ascenso matemático a Primera RFEF. El domingo, además, el River volvió a sumar una nueva victoria tras tumbar en Las Llanas al Beasain, en un partido marcado por los actos previos de la afición, con una comida popular incluida, pero, al margen del este nuevo éxito, emergía la incertidumbre, escasa por cierto, que rodeaba al abierto proceso electoral. Un suspense que se desactivó la medianoche del domingo al lunes, cuando expiraba el plazo para la presentación de candidaturas a la presidencia del entidad verdinegra, pero expirado el mismo tuvo el desenlace previsto.

No se ha presentado ninguna plancha, por lo que los socios no tendrán que votar, como estaba previsto, el 14 de este mes y, por ende, la actual Junta Directiva presidida por Ángel Castro deberá continuar en funciones, según contempla los Estatutos del club, una temporada más, la novena consecutiva en el caso de Castro, consciente de que tendrá que afrontar toda la gestión dineraria que supone el salto a una categoría tan exigente como la Primera RFEF.

El propio Castro lo subrayó en declaraciones a DEIA el pasado 24 de abril. “Llevamos un mes haciendo cálculos y la verdad es que los gastos se disparan. Por ejemplo, los viajes pueden pasar de 15.000 a 100.000 euros. Los arbitrajes, que es un fijo, pasan de 30.000 a 85.000 euros. Hablamos de un presupuesto mínimo de 1,3 millones de euros, medio millón más del actual –de 850.00 euros–, para competir ante equipos que tienen 4 millones de presupuesto”, añadió el presidente verdinegro, que recordó que la plantilla supondrá un coste de 600.000 euros.