El Sestao River consuma el ascenso a Primera RFEF

El Sestao River será equipo de Primera División RFEF la próxima temporada, después de culminar este sábado ante la Real Sociedad un objetivo que estaba casi cumplido pero al que le faltaba un solo punto para materializarse. Los jugadores de Aitor Calle consiguieron los tres con otros tantos goles que dejaron sentenciado el duelo en diecisiete minutos. Los verdinegros son el tercer equipo que logran plaza en Primera RFEF, tras el Antequera y el Arenteiro.

El club de Las Llanas, que por cierto cumplirá de manera inmejorable su centenario al inicio de la próxima campaña, ha conseguido lo que muchas veces había parecido un imposible tras el descenso de Segunda B a Tercera hace ahora seis años. Dos playoffs fallidos tras completar sobresalientes temporadas, ante el Arandina y sobre todo ante el Marino de Luanco, para intentar retornar a la división de bronce. Después, la reestructuración de las categorías, en medio de una pandemia, que abocó a Tercera RFEF a los verdinegros, eso sí, con ascenso inmediato ante el Urduliz, dio con el River en una categoría, la Segunda RFEF, que en ningún sentido se puede equiparar a la antigua Segunda B. Tras ello, hubo que sufrir el año pasado la encerrona en Elda para sumar otro intento fallido de recuperar el terreno perdido. Así que seguro que jugadores como Aitor Villar y Huete, que han vivido la totalidad o la mayoría de partidos desde el descenso a Tercera, Gaizka Martínez o Leandro, que vivieron en sus carnes dicho descenso, estarán disfrutando de lo lindo de este ascenso. Tres cuartos de lo mismo puede decirse del resto de jugadores y del cuerpo técnico encabezado por otro exjugador, Aitor Calle, y del director deportivo, Carlos Lasheras, que han trabajado con este objetivo desde sus respectivas llegadas al club. Y qué decir de la afición, que este sábado nuevamente llenó el campo para asaltar el acenso en el primer match-ball de los cuatro de que disponía el River para cerrar una temporada de ensueño.

El caso es que ni el mejor de los guionistas podría haber planeado un mejor inicio de partido para el River, con tres goles y el duelo ventilado en apenas un cuarto de hora. A los seis minutos, un disparo de Leandro desde la frontal tocó en un defensor -los verdinegros pidieron mano- y el rechace lo cazó desde lejos Aitor Villar, cuyo disparo tocó en otro defensa para despistar a Fraga, que vio entrar el balón llorando por la cepa opuesta. A los trece, penalti por agarrón de Mikel Rodríguez sobre Yurrebaso que Leandro transformó por el centro de la portería, a la izquierda del meta txuriurdin. Y acto seguido, a los diecisiete, saque de puerta del portero que intercepta Urcelay, y tras avanzar unos metros y plantarse ante Fraga, logra el tercero por el palo de este.

Y mientras que al River le salió todo redondo desde el inicio, el filial guipuzcoano le salió todo del revés. El plan inicial, con tres centrales y dos carrileros largos, apenas duró lo que tardaron en adelantarse los sestaoarras, pasando Larrañaga al centro del campo. Después, justo tras el tercer gol, se les vio reunidos antes de poner el balón en juego, para en alguna forma paliar el naufragio. Llegó un amago de reacción. Orobengoa, tras recibir un buen balón de Rupérez, intentó driblar a un Crespo que este sábado recobró la titularidad pero el meta local envió a córner. Luego, en otro saque de esquina desde la izquierda, Beitia enganchó un buen remate pero Crespo detuvo bien abajo.

En cualquier caso, el River volvió a la carga en busca del cuarto tras unos minutos de protagonismo visitante. Goti, tras una contra llevada por Leandro, lo intentó con un duro disparo al primer palo que Fraga detuvo esta vez bien. Luego, Leandro apareció en la frontal para disparar a la media vuelta, pero el guardameta envió a córner con la punta de los dedos junto a la cepa del poste.

Sin embargo, nada más comenzar la segunda mitad llegaría el gol para los de Zubieta. Mikel Crespo, tras robar un balón en el centro del campo, se quedó solo por velocidad ante Crespo, superando a la zaga local, y picando el esférico colocó el que sería definitivo 3-1. En cualquier caso, nunca hubo una reacción visitante como para llevar el susto a las gradas de un repleto Las Llanas. El River se dedicó a defender con balón y apenas llegaron ocasiones de peligro. La más clara llegó a un cuarto de hora para el final en una arrancada de Leandro, que tras recibir de espaldas y recortar a un par de rivales, disparó desde la frontal pero el portero rechazó el intento, rechace al que no llegó Yurrebaso por poco pero sí Goti, que buscando la escuadra envió demasiado alto. Los últimos minutos fueron los de preparación para la fiesta por parte de los aficionados, que pudieron saborear el recuperar el terreno perdido hace seis años.