El Gernika vio cómo el pasado sábado se ponía fin a su racha de dos jornadas consecutivas sin perder después de hincar la rodilla en Urbieta frente a un Utebo que fue muy superior al equipo foral en el segundo acto. Fue un encuentro de dos caras para el colectivo de Aitor Larrazabal, que hizo bien las cosas en los primeros 45 minutos aunque desperdició tres ocasiones claras de gol y que se derrumbó con el primer tanto del cuadro aragonés, lo que deja al Gernika en la penúltima posición del grupo II de Segunda RFEF. “Es una pena después de haber sumado cuatro puntos en los dos partidos anteriores (victoria sobre el Izarra y empate en la visita al Tarazona), pero lo cierto es que con el 0-1 nos caímos, prácticamente desaparecimos. Quizá fue una cuestión de confianza, somos un equipo joven y podemos acusar esos golpes”, reflexiona Larrazabal, que también se lamenta de no poder contar con el concurso de Martín Bengoa, lesionado, y de Eneko Eizmendi, que aún no se ha estrenado por culpa de sus problemas de pubis, dos futbolistas “con experiencia y que nos deben aportar mucho”.

La liga hace un paréntesis el próximo fin de semana para dar paso a los enfrentamientos de la primera eliminatoria de la Copa y uno de ellos lo protagonizará el Gernika, que recibe el sábado, desde las 18.00 horas, al Leganés, equipo de LaLiga SmartBank. Se trata de una cita para hacer terapia, para desconectar de los quebraderos de cabeza que le está dando la competición doméstica a un conjunto foral que afronta el torneo del K.O. “con nada que perder y sí mucho que ganar, pero sobre todo con la idea de disfrutar. Si el año pasado se ganó por derecho propio jugar la Copa, ahora hay que disfrutarla, conscientes de que un equipo de Segunda División te tiene que ganar a priori, pero la Copa suele deparar sorpresas y por qué no la vamos a dar nosotros”, expresa el técnico del conjunto blanquinegro, confiado en dar guerra al Leganés de Ander Murillo y Juanjo Valencia, dos de sus excompañeros en su etapa como futbolista del Athletic.

El hecho de que la eliminatoria se dispute en sábado y no entre semana “no te altera los planes, algo que si ocurriría en caso de jugar en día laboral, que te complica más la preparación”, según considera Larrazabal, que avisa que pondrá en liza “un equipo competitivo” ante un rival “que ha levantado el vuelo tras un inicio errático, ya que al principio recurrían a un juego asociativo, pero han virado a un fútbol más práctico para hacer resultados”. La superficie sintética de Urbieta podría beneficiar al Gernika, pero el de Loiu no lo cree así, porque “es un campo con buenas medidas y el Leganés se amoldará bien a las mismas”.