buenos aires-asunción - El presidente de Argentina, Mauricio Macri, culpó ayer a los barras bravas (ultras violentos) del River Plate de “orquestar” la agresión del sábado al autobús de los jugadores del Boca Juniors que iban al estadio Monumental para disputar el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores.

El viernes, un día antes del partido, se registró la casa Héctor Caverna Godoy, uno de los líderes de la barra brava del River Plate, donde se encontraron 7 millones de pesos (unos 159.000 euros) y 300 entradas para el encuentro. Godoy estuvo detenido unas horas y luego recuperó la libertad.

“¿Cómo van a tipificar como contravención y soltar a este señor? Es uno de los principales apuntados junto a sus 300 barras como los que orquestaron esta agresión. Necesitamos que todos trabajemos en conjunto para terminar con la violencia”, dijo Macri en rueda de prensa.

“Más allá de los operativos policiales, yo no puedo resignarme como presidente que, para organizar un espectáculo deportivo, hay que militarizar prácticamente toda la ciudad. Es una locura, no es lo razonable”, agregó el mandatario.

Macri criticó también que se liberara a la veintena de personas que fueron detenidas el sábado en las inmediaciones del Monumental. “No es solamente las piedras, no entiendo cómo alguien puede pensar que está bien escupir. Recibimos al presidente de la FIFA (Gianni Infantino) en nuestro país y me contaron que tuvo una experiencia espantosa desde el auto hasta su platea. ¿Cómo puede ser que se piense que escupir es algo que está bien? Lo mismo podría haber pasado en cualquier cancha, no es porque fuese la de River”, señaló.

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, también presente en la rueda de prensa. Al ser consultada por las declaraciones del conductor del autobús del Boca Juniors, quien aseguró que se realizó el trayecto habitual, pero que este sábado la policía no colocó el vallado que impide que los hinchas se acerquen al vehículo, Bullrich justificó a los policías. “Los responsables son los que tiraron las piedras, esos son los responsables, los que tienen que ir presos”, afirmó.

“igualdad de condiciones” Por otro lado, la Conmebol y las directivas de River y Boca decidirán hoy en Asunción cuándo y en qué condiciones se jugará la final suspendida.

El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, aseguró en una entrevista televisiva que el partido “se va a jugar” y que se hará “en igualdad de condiciones”. Para preservar esa “igualdad” de condiciones, el encuentro debería celebrarse en el Monumental de River , ya que el partido de ida se jugó en la Bombonera de Boca, lo que despeja informaciones de algunos medios de que el partido podría jugarse fuera de Argentina. - DEIA/Efe