durango - “Hoy es el día más feliz de mi vida futbolística”. Esas palabras resumen el sentimiento del técnico de la Cultural de Durango, Igor Núñez, una vez finiquitado el partido y sellado el ascenso a Segunda B. “Somos un equipo que en principio no tenía marcados objetivos competitivos tan altos, lo que no quiere decir que no lo quisiéramos, pero no entrábamos en las quinielas para ser campeones”, argumentó el técnico laudiotarra, que ha vivido su tercera temporada como primer entrenador del conjunto durangarra, tras actuar como segundo las dos anteriores. Pese a caer en el primer intento de ascenso a Segunda División B contra el Conquense, una Cultu que tan solo ha encajado dos dianas en la fase de ascenso, en la que no ha perdido ninguno de los seis partidos, ha acabado descorchando el champán. “No se le puede pedir más a una temporada”, resumió un emocionado el míster.
En un duelo controlado por parte de sus pupilos, en el que “hemos sabido defendernos tanto con el balón como sin él”, los momentos de mayor angustia llegaron a cinco minutos para la conclusión, con la pena máxima en contra cometida y posteriormente detenida por Errasti. “Habíamos hablado de que si Aday lanzaba un penalti había muchas probabilidades de que terminara a la izquierda del portero. Por el momento en el que se ha producido, lo he celebrado más que el primer gol”, reconoció un entrenador que considera como clave del éxito el contar con “un vestuario lleno de buenas personas y buenos futbolistas”. También se mostró emocionado por el ambiente que se ha vivido en Tabira durante estas últimas semanas. “El premio más grande es conseguir contagiar a toda una localidad como lo ha hecho este equipo, con buen juego y humildad”, argumentó Núñez.
El entrenador visitante, Tino Déniz, se tomó la derrota con deportividad y felicitó al conjunto vizcaino al término del partido. “Ha sido una eliminatoria igualada, en la que la clave ha sido el acierto de la Cultural y el desacierto del San Fernando. Enhorabuena”, declaró el míster grancanario, que no escondió que “encajar el 1-0 fue un palo”. Asismo, lamentó la ocasión fallada desde los once metros: “El penalti nos hubiese metido de lleno cuando mejor estábamos, pero ni eso pudimos meter”. - J. Baraja