iruñea - Osasuna continuará hoy siendo equipo de Primera División o abandonará la categoría como culminación a una temporada pésima en lo deportivo, negligente en la dirección del club y con un evidente deterioro de la imagen de la entidad. Y en este preocupante escenario, el equipo que entrena Javi Gracia juega con un pie atado al destino de otros conjuntos porque no está todo en sus botas. Obligatoriamente debe ganar al Betis, pero eso no será suficiente si no hay una coincidencia de resultados que también empujen hacia la permanencia. Simplificando la situación, cualquier marcador positivo del Granada en el campo del Valladolid -en otro encuentro de infarto- obligaría a una carambola más difícil -las derrotas de Almería y Getafe-. Por esto, el más optimista de los osasunistas sabe que su ánimo y su fe están mediatizados por el hecho de depender de los demás, un factor inquietante y de indudable incidencia en el final de esta jornada. A los hinchas acérrimos hay que recomendarles ir bien preparados a El Sadar, a poder ser con pilas nuevas en la radio y suficiente medicación.

Con el Valladolid jugando también en Iruñea, sólo se le puede exigir a Osasuna que gane su partido a este Betis descendido y tremendamente molesto desde que consumó su bajada de categoría. Equipo sin complejos, con futbolistas de calidad, el escaparate de estos últimos partidos en Primera se ha convertido en una seria molestia para sus contrincantes. Pero más que del rival, Osasuna se debe ocupar de sí mismo y ganar porque la imagen de equipo desanimado y sin carácter está haciendo mucho daño al osasunismo, a los aficionados, al perfil histórico de este equipo, más o menos dotado técnicamente, pero siempre batallador. Los jugadores rojillos que salten al campo deben cumplir, que es hoy sinónimo a ganar y, también, realizar una demostración de compromiso hasta las últimas consecuencias, buenas o malas. Es el único papel que les corresponde, terminar sin aire en la cancha y esperando...

Javi Gracia, ya tentado por otros clubes que quizás no han visto solo en el entrenador la culpabilidad de los males de este equipo en estos últimos meses horrendos, cuenta para hoy con casi toda la plantilla. Solo tiene lesionados a Onwu y Armenteros, e incluso Raou Loé también podría estar disponible para este último combate porque su recuperación ha ido por el buen camino.

Después del sorprendente equipo titular que presentó la pasada jornada ante el Espanyol -todos los navarros estuvieron en liza, Acuña se hizo con un sitio en la titularidad, el Gato Silva no estuvo entre los elegidos-, tampoco se pueden esperar muchas novedades más en una alineación que no resulta especialmente importante, porque de lo que se trata es de ganar con lo que sea, con los más comprometidos, los menos nerviosos o los más pillos en el campo. El Betis nunca deberá ser obstáculo.

Con muchísimo en juego, el partido no va a poder eludir la emotividad al ser el último compromiso oficial de Patxi Puñal como jugador de Osasuna. Los más de 500 encuentros a sus espaldas merecerían por sí solo un colofón mucho mejor y mayor. Aunque la permanencia es suficiente. Un maravilloso regalo final que no depende solo de Osasuna.