Gareth Bale muestra su esencia
Madrid - Ante la ausencia de Cristiano Ronaldo, lesionado, para ganar la final de Copa ante el Barcelona, siempre peligroso pese a estar ya muy alejado de aquel equipo que enamoró al mundo con su juego, el Real Madrid necesitaba un futbolista que pusiese el gol en los momentos decisivos. Gareth Bale asumió que por el alto precio que pagaron por su traspaso debía asumir la responsabilidad. Sintió que era un gran día en el que estaba obligado a mostrar su mejor nivel y lo que hizo fue enseñar su esencia, la cualidad que le convierte en un jugador absolutamente diferencial: su velocidad explosiva.
En todo momento lideró el ataque y fue el jugador que más remató a la portería de Pinto de un equipo que tenía la orden de disparar a la mínima oportunidad al portero habitualmente suplente, hasta que encontró el premio deseado en una exhibición de sus virtudes como futbolista. Su carrera de 58 metros en 8 segundos fue imposible de frenar para Bartra y su gol, el decisivo 1-2, es el mejor servicio a un equipo y un entrenador que siempre han confiado ciegamente en él.
Ya pocos dudarán de él porque Bale por fin ha respondido en un encuentro en el que todos los focos apuntaban hacia él por el coste de su fichaje y porque, sin Cristiano, él debía tirar del carro. Entre sus grandes virtudes nunca estarán la capacidad asociativa ni participativa. Lo suyo es el sprint fulgurante, irrefrenable con terreno por delante, y la pegada. Que se lo pregunten a Bartra.- Efe