bilbao. Sobre todo se trata de saber si el Atlético de Madrid cambia el mantra ("partido a partido...") de su entrenador, el Cholo Simeone, y sale del choque con la catadura de un auténtico aspirante a ganar la Liga. Porque eso implicaría que el equipo colchonero ha vencido al Barça, con sus armas, más rudimentarias quizá, pero igual de letales.

Hacía muchos años que un tercer equipo no se entrometía en la dicotomía Real Madrid-Barça en pos del título, relegando al resto de los contendientes a conformarse con un puesto en la Liga de Campeones como máxima aspiración.

A punto de alcanzar el ecuador del campeonato, el Atlético de Madrid ha sabido aguantar el tranco azulgrana, manteniendo el mismo ritmo de cabalgada, con los mismos puntos en el casillero, 49, aunque con cinco goles menos en el zurrón, motivo por el cual está segundo. Pero supera al otro contendiente, el Real Madrid, a quien doblegó en el Santiago Bernabéu apelando al espíritu de un equipo bien construido y pletórico de confianza, cualidades con la que supo suplir la teórica superioridad técnica de los futbolistas merengones.

Al Barça, en cambio, no le pudo ganar cuando ambos se enfrentaron a comienzos de temporada en pos de la Supercopa de España, pero tampoco perdió, y solo el valor doble de los goles en campo contrario en caso de empate inclinó el título del lado culé.

Simeone no esconde para nada que hoy intentará hacer algo parecido. Es decir, no discutir al Barça la posesión del balón, asociarse bien, esperarle atrás bien tapadito y tratar de vencerle con el vértigo de su contragolpe, donde el hispano brasileño Diego Costa luce como nadie.

Ahora bien. Resulta que Leo Messi ha regresado en vísperas de tan interesante duelo. Y según se pudo advertir el miércoles, en la media hora final del partido de Copa que el Barça jugó frente al Getafe en el Camp Nou, está en forma. Anotó dos goles en los minutos finales; el primero, de auténtico cazador del área, y el segundo, mostrando velocidad, desborde y virtuosismo.

¿Titular o suplente? En las horas previas al partido, se ha especulado sobre si el Tata Martino pondrá a La Pulga desde el inicio o le sacará cuando esté medio trillado, convertido en una amenaza letal para el Atlético de Madrid, más vulnerable tal vez, pues para entonces habrá librado dura batalla contra su eminente rival.

El técnico argentino del Barça no quiso dar anoche pista alguna sobre si le pondrá en el equipo inicial o aguardará al momento oportuno. Pero sí adelantó que a Messi, si se le pone de titular, ya no no hay quien le saque del encuentro hasta el pitido final. ¿Demasiada paliza después de dos meses recuperándose de su lesión? He ahí la cuestión.

Y la cuestión es igualmente que el Barça está alcanzando velocidad de crucero, y si mete a Messi, tendrá que prescindir de Alexis, Pedro o Cesc Fàbregas, o incluso de Neymar, que vigorizaron el Barça con fútbol y goles en ausencia del argentino.

También está el factor campo. El Atlético de Madrid todavía no ha perdido en el Vicente Calderón, cuyas gradas estarán a tope de feligreses. Acumula trece victorias en todas las competiciones y solo ha cedido un empate (1-1), precisamente al Barça en la Supercopa de España. El último en ganar allí también fue el club catalán, el 12 de mayo de 2013 (1-2).

La estadística recuerda también que el Atlético lleva casi cuatro años sin vencer al Barça, desde el 14 de febrero de 2010, cuando se impuso por 2-1 en el Manzanares.

El central uruguayo Diego Godín, ya recuperado de una sobrecarga muscular; los centrocampistas Tiago Mendes y Arda Turan, que descansaron de inicio en Mestalla, y el delantero David Villa, volverán a la alineación titular colchonera.