RUBIN KAZAN: Ryzhikov; Kuzmín, Sharonov, Marcano, Kaleshin; Natkho, Orbaiz, Yeromenko; Kasaev (Min. 101, Dyadyiun), Karadeniz (Min. 116, Kysliak) y Rondón.
LEVANTE: Navas; Lell, Navarro, Ballesteros, Juanfran; El Zhar (Min. 75, Pedro Ríos), Diop, Iborra, Rubén; Barkero y Acquafresca (Min. 66, Valdo).
Goles: 1-0: Min. 100; Rondón (prórroga). 2-0: Min. 112; Dyadyun (prórroga).
Árbitro: Alexandar Stavrev (MAC). Amonestó a Kaleshin, Yerómenko y Navarro.
Campo: estadio olímpico Luzhnikí.
moscú. El Levante cayó ayer en los octavos de final de la Liga Europa ante el Rubin Kazán (2-0) del ex león Pablo Orbaiz, que marcó sus dos goles en la prórroga tras un partido muy parejo que parecía destinado a la ruleta rusa de los penaltis.
Dos goles, uno en la primera parte de la prórroga del venezolano Rondón, y otro del ruso Dyadyun en la segunda, cortaron en seco las esperanzas levantinas en el partido más importante en sus más de cien años de historia. Fue un partido atípico que se disputó en un estadio fantasma, ya que apenas unos cuantos centenares de aficionados animaban a los futbolistas en unas instalaciones que acogieron en 2008 la final de la Liga de Campeones con capacidad para casi 80.000 espectadores.
Mediada la primera parte ya quedó claro que el partido se decidiría por un fallo aislado, aunque, a decir verdad, los visitantes lo intentaron con más ahínco, especialmente Rubén García.
En la segunda mitad, ambos equipos parecieron más decididos a adelantar líneas ante la amenaza de repetir el empate a cero goles de la ida y verse condenados a disputar una tensa y agotadora prórroga a la que se llegó. Y en ella, cuando los espectadores tenían la impresión de que ninguno de los dos equipo quería ganar, Rondón primero y Dyadyun sentenciaron al Levante.