BARAKALDO: Etxebarrieta, Uranga, Ariño, Orlando, Alejandro Vázquez (Min. 71, Aimar Gulín), Garcés (Min. 71, Nakache), Garrido (Min. 41, Olaizola), Diego Torres, Rubio, Natxo y Koeman.
GUIJUELO: Montero, Alonso (Min. 81, Chopi), Juli Ferrer, Iturralde, Tejedor, Gascón, Sergio Boix, Garban, Chema (Min. 66, Rubén Pérez), Txoperena y Torres (Min. 76, Mangas).
Goles: 0-1: Min. 4; Txoperena. 1-1: Min. 72; Olaizola. 1-2: Min. 88; Gascón.
Árbitro: González Arevalo (gallego). Expulsó con roja directa al entrenador local Del Barrio (Min. 79) y al masajista (Min. 86) y también al local Rubio (Min. 85) por doble amonestación. Además, mostró tarjetas amarillas al local Garcés y a los visitantes Iturralde, Alonso y Rubén Pérez.
Incidencias: Unos 1200 espectadores en Lasesarre.
BARAKALDO. Era una final con mayúsculas que había que ganar y se volvió a caer. Poco le queda al Barakaldo más que resignarse al final de la Liga, porque hablar de salvación es una utopía.
El partido comenzó, como terminó, con un jarro de agua fría. El tanto del exaurinegro Txoperena. Un zurdazo cruzado desde el vértice del área que se coló en la meta de Etxebarrieta y anegó cualquier atisbo de esperanza de comenzar bien para los de casa. Sin embargo, lejos de hundirse, el gol espabiló a los de Ezkerraldea, que tuvieron diez minutos de asedio continuo hacia la meta de Montero. Uranga emuló desde la derecha el disparo de Txoperena pero su balón se le marchó desviado por poco. Garcés peinó un balón al que no llegó Ariño por poco. Un lanzamiento a puerta de Rubio y una nueva llegada del medio centro, al que se le quedó atrás el balón, estuvieron a punto de suponer el empate. Era la reacción al mazazo visitante. Pero el Guijuelo consiguió calmar el juego y el Baraka mostraba nervios en defensa. A los visitantes les interesaba dormir el partido sin asumir riesgos y contagiaron a los de casa. Los de Alfonso del Barrio empezaban a atascarse y optaban por los balones aéreos sin fruto alguno. Antes del descanso los visitantes gozaron de su segunda oportunidad cuando un balón se paseó sin dueño con mucho peligro por el área de Etxebarrrieta. Pero la oportunidad más clara de marcar la gozaron los locales de nuevo. Koeman golpeó a romper, pero sin suerte, ya que su balón se estrelló con fuerza en el palo.
Tras el descanso, todo parecido. La misma historia de jornadas atrás con un final desagradable para los vizcainos. Poco hacía el Guijuelo. Tampoco pasaban apuros atrás. El tiempo transcurría y el Barakaldo, voluntad, pero juego sin cabeza, poca creación. Rubio era el eje. Choque soso al antojo de los salmantinos, sin apenas oportunidades que les permitiera a los locales intentar ver la luz. El doble cambio introdujo a Aimar Gulín y Nakache y seguido llegó el tanto de Olaizola. Un balón que aprovechó el guipuzcoano con un disparo raso. Al final el Baraka apretó más: Nakache de cabeza puso a prueba la estirada de Montero y una internada de Uranga fue finalizada con un disparo alto. Con el árbitro cebado con el banquillo local y en inferioridad numérica, Gascón remató un balón de Chopi y marcó, dejando pocas opciones de salvación.