madrid. En los seis meses que José Mourinho lleva trabajando para el Real Madrid le dio tiempo a tener polémicas con casi todos los estamentos del fútbol, desde los árbitros hasta la UEFA. Le faltaba su propio club, pero eso lo arregló el domingo, con unas declaraciones que situaron a Jorge Valdano, director general de la entidad, en el ojo del huracán.
Todo llegó después del polémico partido jugado el domingo por el Real Madrid ante el Sevilla, finalizado con triunfo blanco por 1-0 tras una discutida actuación arbitral. A su término, Mourinho cargó contra sus propios dirigentes al afirmar: "Hay un club, con una estructura, y quiero que desde ahí se defienda a mi equipo". El entrenador portugués entiende que él es el único que se moja para desvelar las supuestas injusticias que se cometen sobre su equipo y pidió una mayor implicación de sus dirigentes. Además, el técnico pidió públicamente una reunión con Florentino Pérez, presidente del club, para tratar los motivos de su queja.
La prensa entendió que los principales reproches de Mourinho iban dirigidos a Jorge Valdano, número 2 del Real Madrid. Según explicó un alto dirigente del club, "Mourinho mantiene con Valdano una relación próxima a la frialdad y prácticamente ni se tratan". El entrenador blanco trata directamente cualquier asunto con el presidente. En la pasada temporada, el técnico chileno Manuel Pellegrini se quejó de haber podido hablar con Pérez "apenas un par de veces en toda la temporada". En cambio, Mourinho habla con el presidente casi cada semana, según confirmó el domingo el propio entrenador portugués.
En las últimas semanas se vivió un deterioro en las relaciones entre Valdano y Mourinho. El técnico portugués sigue insistiendo en fichar a un delantero centro en enero a lo que "Valdano se opone con toda firmeza", según añadieron las fuentes consultadas. "Hemos encontrado en el equipo alternativas para lograr el gol", dijo el propio Valdano el domingo, antes de la rueda de prensa de Mourinho.
En este ambiente, el Real Madrid celebró la tradicional comida de Navidad con todos los empleados del club, incluyendo dirigentes, entrenadores y jugadores. Pérez y Mourinho se sentaron juntos. Valdano se sentó en la misma mesa, pero un poco más alejado de presidente y entrenador. Al término de la comida, Pérez pidió "un esfuerzo" a todos los miembros de la entidad "para trabajar en conseguir éxitos" y recordó "la importancia de transmitir una buena imagen acorde a los valores del club". Mourinho se marchó poco después de concluir la comida para cumplir con algunos compromisos.