Bilbao. La posibilidad de que la selección de Euskadi dispute la próxima primavera un partido amistoso en San Mamés, contingencia quimérica o, cuando menos, disparatada hace un puñado de semanas, comienza a ser cualquier cosa salvo descabellada. El balón del diálogo rueda de nuevo sobre el césped del fútbol vasco. La federación vasca (FVF) y los futbolistas de los principales clubes, incapaces en otoño de arbitrar un acuerdo que superara sus disputas semántico-lingüísticas (Euskadi, Euskal Herria, Euskal Selekzioa…) y posibilitara la disputa del tradicional encuentro navideño, han vuelto a sentarse con un firme propósito: dialogar. Conversar cuanto sea preciso para que la fiesta del fútbol vasco no caiga en el olvido tras dos años de desencuentros y cancelaciones (la última comparecencia de la tricolor se remonta a diciembre de 2007, Euskadi 1-Catalunya 1).
Los federativos se declaran hoy inequívocamente decididos a dar los pasos en pos de la oficialidad de las selecciones vascas que con tanto ahínco les demandan los futbolistas. Y éstos, a su vez, parecen dispuestos a no llevar el asunto lingüístico a posiciones tan extremistas como la que han ocupado desde que, en 2007, decidieran rebautizar como Euskal Herria a la histórica selección de Euskadi.
Cumbre en durango Gran Hotel de Durango. Jueves 4 de febrero. 18.30 horas. A la mesa, federativos y futbolistas. Por los primeros, Santiago Arostegi, presidente de la FVF; los presidentes de las tres territoriales: Iñaki Mardones (Bizkaia), Juan Luis Larrea (Gipuzkoa) y Pedro María Solaun (Araba); y el secretario general, Jon Ander Ganboa, y el tesorero, José Javier García, de la FVF. Los deportistas estuvieron representados por Andoni Iraola e Igor Gabilondo (Athletic), Mikel Labaka y Mikel Aranburu (Real Sociedad) y Jon Altuna (Eibar). "La impresión inicial es muy buena. El ambiente fue más distendido que meses atrás", desvela un asistente. "Estamos sometidos [los jugadores] a una gran presión, pero hay algo que nos une, el deseo de jugar, y por ahí tenemos que tirar", confiesa un futbolista.
Los jugadores de la Real Sociedad, los más firmes a la hora de demandar de la FVF "pasos a favor" de esa oficialidad que el actual marco jurídico imposibilita, llevaron la voz cantante de los futbolistas. Del asunto semántico apenas hablaron, lo que fue interpretado desde el bando federativo como un abandono de su vieja intransigencia terminológica. Esto no significa que los deportistas rebajaran sus exigencias.
Para desbloquear el conflicto, los jugadores demandan de la FVF una apuesta explícita y pública a favor de la oficialidad de las selecciones vascas. Este impulso se concretaría en varios aspectos. Para empezar, la FVF no debe contribuir a alimentar el carácter casi folclórico que comenzaba a adoptar el partido navideño de la tricolor, una coartada perfecta para un día de farra por las calles de Bilbao ("El partido no puede ser otro Santo Tomás", llegó a denunciar un jugador). Dicho de otro modo, el aspecto reivindicativo debe primer sobre el festivo. Los futbolistas también exigen la disputa de partidos en el extranjero. Y la participación en torneos internacionales (hoy inexistentes) de naciones sin Estado (Escocia, Gales, Catalunya…). También que la FVF estreche lazos y aúne esfuerzos con la federación catalana, que en los últimos tiempos se ha erigido en abanderado de la demanda de oficialidad, un liderazgo que históricamente ejerció Euskadi. Para acabar, los deportistas se oponen a que un mero afán recaudatorio guíe los pasos de la FVF, encargada de la organización del evento y del reparto de sus beneficios. Es más, los futbolistas dudan de que los beneficios deban ir a parar íntegramente al fomento del fútbol-base, e insinuaron que una parte del dinero recaudado debe ser destinada al impulso de la oficialidad de las selecciones. En ese contexto, censuraron la concepción materialista que algunos presidentes de clubes tienen de la selección vasca, en clara alusión a los lamentos, básicamente económicos, que éstos lanzaron cuando se conoció la cancelación del partido las últimas navidades.
Predisposición federativa A estas reivindicaciones respondieron los federativos con un solemne compromiso de avanzar en la dirección marcada por los jugadores. "Les hemos hecho ver que el objetivo que todos perseguimos, la oficialidad, está muy difícil en el marco jurídico actual", sostiene un representante federativo. "Pero también que la FVF está decidida a dar pasos hacia la oficialidad de su selección y de la propia federación. Y que ellos mismos [los futbolistas] podrán dar fe de esos pasos cuando volvamos a reunirnos". La próxima cita está fijada para finales del presente mes de febrero.
Tan embrionaria aún la cuestión, nada se sabe de la identidad del hipotético rival, pero las citadas fuentes federativas dan por hecho que el partido se jugará el próximo mayo (la Liga acaba el 16 de ese mes) en San Mamés y ante un rival mundialista (el Mundial de Sudáfrica arrancará el 11 de junio). Euskadi ya ha jugado en mayo. La última vez, en 2006, ante Gales (0-1), semanas antes del Mundial de Alemania. De aquel choque tiene aún pendiente la selección vasca la devolución de la visita.