Italia 1Gales 0

ITALIA: Donnarumma (Min. 90, Sirigu). Toloi, Bonucci (Min. 46, Acerbi), Bastoni, Emerson, Pessina (Min. 87, Castrovilli), Jorginho (Min. 73, Cristante), Verratti, Chiesa, Bernardeschi (Min. 74, Raspadori) y Belotti.

GALES: Ward, Roberts, Gunter, Rodon, Ampadu, Williams (Min. 85, Davies), Allen (Min. 85, Levitt), Morrell (Min. 60, Moore), Ramsey, Bale (Min. 86, Brooks) y James (Min. 73, Wilson).

Gol: 1-0: Min. 41; Pessina.

Árbitro: Ovidiu Hategan. Amonestó a Pessina de Italia y a Allen de Gales. Además, expulsó a Ethan Ampadu de Gales.

Incidencias: 16.000 espectadores en el Olímpico de Roma.

Italia asusta hasta con su equipo B. Hasta con sus actores secundarios. La Azzurra demostró ayer domingo ser una seria candidata a la Eurocopa 2020 incluso cuando deja descansar a casi todos sus titulares. Y es que ayer domingo Roberto Mancini se dio el lujo de rotar y dio la oportunidad de divertirse a los menos habituales, que cumplieron con creces. Exprimieron a Gales hasta dejarla en los huesos y evidenciaron que en esta Italia cualquiera puede jugar. Que con cualquiera puede ganar. El Olímpico de Roma fue testigo de una nueva victoria de la Azzurra -que no pierde desde aquel 0-1 ante Portugal de septiembre del 18- y de un nuevo registro histórico, esos 30 partidos consecutivos sin perder con los que igualan a la Italia de Vittorio Pozzo de los años 30 del siglo pasado. De esta forma, los de Mancini entran en los octavos de final por la puerta grande: siendo la primera selección de la historia de la Eurocopa que cierra la fase de grupos con pleno de victorias y cero goles en contra.

Cierto es que ayer domingo Gales se conformó con ser segunda de grupo. No ambicionó más. Y, por eso, aceptaba el empate. Sin embargo, enfrente se encontró con una Italia poco habitual que tenía mucho que demostrar. Así que los de Mancini se hicieron dueños del balón y lo protegieron hasta el área rival. Al comienzo les costó hilar jugadas largas porque el conjunto de Gareth Bale supo tapar bien los huecos, pero en cuanto Gales se despistó un poco, Italia aprovechó la oportunidad. De esta forma, en el minuto 41, un saque de falta al primer palo se convirtió en el único tanto del encuentro. Lo marcó Matteo Pessina, que apareció de la nada y, como un mago, se sacó de la chistera un remate de lujo. Imposible para Ward. Fue el premio para una Azzurra que pudo desbloquear el marcador mucho antes, de no perdonar Belotti y Chiesa, titulares en sustitución de Ciro Immobile y Lorenzo Insigne, unas buenas oportunidades.

A partir del gol, a Gales le sopló el aire desde tantos lados que acabó mareada. Superada por una Azzurra que con el marcador a favor se gustó, atacó y llegó al descanso con la tranquilidad de no haber visto el balón cerca de Donnarumma. De hecho, Italia comenzó el segundo tiempo fiel a su estilo, apretando pero disfrutando. Saboreando el liderato. Y entonces Bernardeschi se hizo con el protagonismo del partido. Con todos los focos. En el 52, el centrocampista italiano sacudió el poste con un misil, una falta directa, desde los 23 metros. Y, tres minutos después, recibió un durísimo pisotón de Ethan Ampadu que al galés le valió la roja directa. Tan claro y tan a destiempo que el colegiado no necesitó los siete ojos del VAR.

Una de Bale Con uno más sobre el verde, Italia se relajó. Siguió mostrando todo su arsenal de alternativas, sin embargo, aflojó en defensa y apunto estuvo Bale de marcar. El galés tuvo la mejor para su equipo pero mandó la volea a las nubes. El Olímpico se llevó las manos a la cabeza, pero Mancini mantuvo la calma e incluso se permitió el lujazo de gastar un cambio con Sirigu, que entró por Donnarumma.