Surbisa es la sociedad municipal que tiene como objetivo promover la rehabilitación urbana de edificios, viviendas y locales. En esta entrevista hablamos con su presidente y concejal de Regeneración Urbana del Ayuntamiento de Bilbao.
“40 años… mejorando Bilbao”. Surbisa está de cumpleaños y echando la vista atrás. ¿Cómo han sido estas 4 décadas en cuestión de hitos?
Desde el año 1985 que fue cuando nació Surbisa se han movilizado más de 320 millones de euros con ayudas que han superado los 100 millones provenientes del presupuesto municipal, del Gobierno vasco y del ejecutivo estatal, así como en los últimos años con los fondos Next Generation de Europa. En todo este tiempo se ha trabajado en diversos barrios con actuaciones prioritarias como ha sido el caso del Casco Viejo y Bilbao La Vieja.
Ese año 1985 del que hablaba nos remonta a esos momentos en los que acaban de tener lugar las riadas en la ciudad y se impone la necesidad de crear una entidad para el impulso de la regeneración de los barrios de Bilbao. Desde entonces se han ido sumando distintos barrios de actuación preferente por toda la ciudad y, además de esa regeneración urbana, se ha pasado también a trabajar en el ámbito de la sostenibilidad y la accesibilidad en los edificios privados.
Por último, es importante resaltar en estas cuatro décadas la implicación por regenerar la ciudad ayudando a los vecinos y vecinas que son la verdadera piedra angular de nuestro trabajo. Además, todo ese dinero movilizado se ha quedado en la ciudad con la consiguiente generación de puestos de trabajo en esas obras de rehabilitación.
¿Qué desafíos se plantean para los próximos 40 años en Surbisa en ese trabajo por mejorar la vida de las y los vecinos?
Hay que tener en cuenta que queda mucho por hacer, pese a que se haya avanzado enormemente en la regeneración de eso barrios con los problemas y necesidades que tenían al principio. Sin embargo, queda todavía pendiente la transformación real de los barrios periféricos de Bilbao; espacios donde en la mayoría de los casos vive gente con recursos económicos más limitados y donde las edificaciones son de menor calidad. Este es nuestro objetivo y por el que unimos esfuerzos: hacer que estas viviendas tengan las mismas comodidades y se respire el mismo bienestar que tiene cualquier casa moderna. Y no solo eso, sino que esa regeneración de las viviendas venga acompañada de un cambio y una renovación del barrio y del entorno donde se ubican.
En este sentido no solo trabajamos otorgando ayudas, sino que también nos encargamos de orientar y asesorar a estas personas, así como ayudando a resolver conflictos en las comunidades gracias a nuestros trabajadores sociales.
¿Cuáles son los puntos fuertes de la colaboración público-privada para lograr la restauración del parque inmobiliario en función de los objetivos que marca la Unión Europea?
En nuestro caso nos hemos marcado dos metas en los próximos años. De un lado en lo referente al Pacto Social por la Vivienda para el 2036 del Gobierno Vasco y por otro el objetivo de descarbonización que dicta la Unión Europea para el año 2050. En el primer caso vamos camino de ese fin para intentar llegar a la meta marcada que no es otra que rehabilitar un tercio de nuestro parque residencial privado que está envejecido y necesita un acondicionamiento en materia de accesibilidad y sostenibilidad.
Es importante siempre marcarse unos objetivos a futuro ya que, de lo contrario, no se logra nada. Y en este sentido resulta clave la colaboración público-privada es esencia.