Reciclar es una de las formas más efectivas de contribuir al cuidado del planeta. Sin embargo, para que el reciclaje sea realmente positivo, es fundamental saber qué residuos van en cada contenedor. Pese a que llevamos muchos años reciclando y cada vez es mayor la conciencia y la voluntad de dar un nuevo uso a los materiales, todavía existen una serie de productos que acaban en el contenedor equivocado, porque no sabemos su destino final. A estos residuos, también se les conoce por “impropios”. Como seguramente al lector le hayan asaltado dudas alguna vez, repasamos qué debemos tirar en cada contenedor y dónde hay que depositar esos productos que nos suelen confundir.
1. Contenedor amarillo: envases de plástico, latas y briks
Cada año crece la cantidad de envases de plástico, briks y latas reciclados por persona. Según el portal de Ecoembes, en España el 80% de los hogares y ciudadanos recicla de manera activa y separa sus residuos a diario. Aun así, una parte significativa de la población todavía desconoce con precisión dónde debe depositar cada tipo de residuo. El contenedor amarillo, en particular, suele generar muchas dudas.
En España el 80% de los hogares y ciudadanos recicla de manera activa y separa sus residuos a diario
Lo importante es saber que el contenedor amarillo está destinado a los envases ligeros. Aquí se depositan productos que, en su mayoría, provienen del plástico, el aluminio y los briks. Algunos ejemplos claros de lo que debemos tirar en este contenedor son:
-Envases de plástico: botellas de agua y sus tapones, refrescos, detergentes, champú, tubos de pasta de dientes, bolsas de plástico, envoltorios de alimentos, bandejas de poliestireno, envoltorios hechos de papel film, etc.
-Envases metálicos: latas de refrescos, latas de conservas, botes de aluminio, aerosoles, desodorantes, tapas, chapas y tapones metálicos.
-Briks: envases de leche, zumos, caldos y otros productos líquidos que vienen en este tipo de envases.
-Envases de madera: cajas de frutas y verduras, cajas de vinos y espirituosos.
-Envases de cerámica: de cuajadas, natillas, crema catalana, etc.
Importante: No debes tirar juguetes de plástico, utensilios de cocina, o electrodomésticos en el contenedor amarillo. Aunque sean de plástico o metal, no son envases y deben llevarse a un punto limpio. Tampoco hay que tirar en el contenedor amarillo biberones y chupetes o cubos de plástico, que hay que depositar en el contenedor de restos, ni CD’s y DVD’s, que deben dejarse en un punto limpio.
Consejo: Antes de depositar cualquier envase en el contenedor amarillo, asegúrate de vaciarlo completamente y, si es posible, aplástalo para que ocupe menos espacio.
El Pacto Verde Europeo recoge que un 55% de los residuos de embalajes plásticos se tendrán que reciclar en 2030. Esto implica un mejor diseño que los haga apto para el reciclaje así como medidas para incentivar este proceso en el mercado.
2. Contenedor azul: papel y cartón
El contenedor azul es el espacio destinado al reciclaje de papel y cartón, por lo que quizás es uno de los que menos dudas generan. Lleva 25 años en nuestras calles y se ha erigido como símbolo del modelo de recogida selectiva monomaterial de papel y cartón, clave para la economía circular del país. En él se deben depositar:
-Cajas de cartón: embalajes de electrodomésticos, cajas de cereales, calzado, etc.
-Papel usado: periódicos, revistas, folios, sobres, papel de regalo, cuadernos, etc.
-Envases de papel: bolsas de papel y envoltorios de cartón.
Importante: No tires papel húmedo, manchado de grasa o sucio, como las servilletas usadas, deben ir al contenedor orgánico o al gris. Ten en cuenta que los briks deben ir al contenedor amarillo, porque está compuesto, además de cartón, de plástico y aluminio.
Consejo: Dobla y aplana las cajas de cartón para que ocupen menos espacio y no sobrecarguen el contenedor.
Se estima que cada año se reciclan 64 millones de toneladas de papel en todo el mundo. La fibra de papel puede reciclarse hasta 7 veces, manteniendo gran parte de su calidad
3. Contenedor verde: vidrio
El contenedor verde está reservado exclusivamente para los envases de vidrio.
-Botellas de vidrio: botellas de vino, cerveza, licores, agua, etc.
-Tarros y frascos: tarros de conservas, frascos de perfumes y cosméticos (sin tapas).
Importante: No confundas el vidrio con el cristal. Objetos como vasos rotos, espejos, bombillas o cristales de ventanas no deben ir al contenedor verde, ya que contienen materiales que no se pueden reciclar con el vidrio común. Estos elementos deben llevarse al punto limpio.
Consejo: Retira las tapas y tapones antes de depositar el vidrio en el contenedor, ya que, dependiendo del material, deben ir en otros contenedores.
4. Contenedor marrón: residuos orgánicos
El contenedor marrón, también conocido como el contenedor de residuos orgánicos, está destinado a los restos biodegradables. Entre los residuos que podemos depositar aquí se encuentran:
-Restos de alimentos: pieles de frutas y verduras, cáscaras de huevo, restos de pan, posos de café y té, huesos y espinas, etc.
-Restos de jardinería: hojas, pequeñas ramas y flores marchitas.
-Papel húmedo y servilletas usadas: siempre que no contengan productos químicos.
Importante: No tires plásticos, metales, vidrios o productos no biodegradables en este contenedor. Solo materiales orgánicos.
Consejo: Si tienes la posibilidad, utiliza bolsas biodegradables para los residuos orgánicos, ya que facilitan el proceso de compostaje.
5. Contenedor gris: resto o rechazo
El contenedor gris es el lugar donde se depositan aquellos residuos que no se pueden reciclar y que no tienen cabida en los otros contenedores. Aquí se deben tirar:
-Papel sucio o manchado: servilletas usadas, papel de cocina con grasa, etc.
-Objetos pequeños: cerámicas, juguetes rotos (si no son electrónicos) y otros materiales no reciclables.
-Productos higiénicos: algodones, compresas, pañales y otros productos de uso personal.
Importante: Aunque este contenedor recibe los residuos que no se pueden reciclar, es fundamental reducir al máximo los desechos que van a parar aquí, priorizando el reciclaje y la reutilización.
6. Puntos limpios: residuos especiales
Existen residuos que no pueden depositarse en los contenedores habituales por sus características especiales. Estos deben llevarse a los puntos limpios o puntos de recogida específicos. Algunos ejemplos son:
-Electrodomésticos y aparatos electrónicos: ordenadores, televisores, móviles, pequeños electrodomésticos, etc.
-Bombillas y fluorescentes
-Pilas y baterías
-Aceite usado: tanto de cocina como de motor
-Medicamentos caducados: deben llevarse a las farmacias (puntos SIGRE)
-Ropa y calzado: puedes depositarlos en contenedores de ropa para su reutilización o reciclaje
-Muebles y enseres: sofás, colchones, etc.
Consejo: Localiza el punto limpio más cercano a tu domicilio para deshacerte de estos residuos de manera responsable.
Duplicar la vida útil de móviles y portátiles podría evitar hasta 28 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (CO2 eq.) hasta el año 2040, lo que corresponde a las emisiones anuales de 17.000 vehículos privados.
El reciclaje, una responsabilidad colectiva
Reciclar correctamente es un compromiso que debemos asumir como sociedad para reducir el impacto ambiental y proteger los recursos naturales. Conocer qué residuos van en cada contenedor nos permite facilitar el proceso de reciclaje y asegurar que los materiales puedan reutilizarse o transformarse en nuevos productos.
Además, es fundamental educar y concienciar a las generaciones presentes y futuras sobre la importancia de separar los residuos de manera adecuada. Cada pequeño gesto cuenta, y juntos podemos crear un futuro más sostenible y respetuoso con el medioambiente.