El sector alimentario en la CAPV y Navarra no solo es fundamental en el ámbito económico, sino que también desempeña un papel crucial en la cultura y la cohesión social de ambas comunidades. En los últimos años, ha demostrado una notable capacidad de adaptación y resiliencia, enfrentando con éxito los desafíos globales y manteniéndose como un pilar esencial para que continúen desarrollándose. 

La industria alimentaria vasca representa aproximadamente el 6,1% del PIB industrial, mientras que la Navarra tiene un aporte de alrededor del 11,5% al PIB industrial.

En términos económicos, el sector alimentario tiene una presencia relevante en ambos territorios. La industria alimentaria vasca representa aproximadamente el 6,1% del PIB industrial. Esta cifra se traduce en un volumen de negocio que ronda los 6.000 millones de euros en 2023, según datos del Instituto Vasco de Estadística (EUSTAT). Navarra, por su parte, muestra una aún mayor dependencia de este sector, con un aporte de alrededor del 11,5% al PIB industrial y un volumen de negocio de aproximadamente 5.500 millones de euros, de acuerdo con cifras del Instituto de Estadística de Navarra (Nastat).

El sector alimentario en ambas comunidades ha mostrado una notable capacidad de generación de empleo. Sin ir más lejos, en la CAPV, se estima que proporciona aproximadamente 30.000 empleos directos, según un informe de la Confederación Empresarial Vasca (Confebask), mientras que en Navarra esta cifra supera los 25.000 empleos, de acuerdo con datos publicados por la Asociación de la Industria Navarra (AIN).

Estos empleos abarcan desde la producción y transformación hasta la distribución y comercialización de productos alimentarios. Este impacto en el empleo es significativo, especialmente en áreas rurales donde la actividad agroalimentaria es a menudo una de las principales fuentes de ingresos.

Además, el sector alimentario es un pilar clave en las exportaciones de ambas comunidades. Según EUSTAT, en 2022 las exportaciones agroalimentarias de la CAPV alcanzaron los 2.200 millones de euros. En Navarra, las exportaciones superaron los 1.800 millones de euros, de acuerdo con las estadísticas del Gobierno foral. Estos datos subrayan la competitividad y el reconocimiento internacional de productos de ambas comunidades, que incluyen conservas vegetales, productos lácteos, carnes, vinos y aceites.

Impacto cultural 

El sector alimentario también tiene una profunda influencia cultural en estos territorios. La gastronomía es una parte integral de la identidad de cada comunidad y juega un papel destacado en la vida cotidiana de sus habitantes. La cocina vasca es reconocida por su diversidad y calidad, con platos emblemáticos como el bacalao al pil-pil y los famosos pintxos. Navarra, por su parte, es conocida por sus platos tradicionales como el estofado de toro y sus afamados espárragos.

Los productos alimentarios de estas comunidades no solo son valorados localmente, sino que también han ganado prestigio a nivel nacional e internacional. La Denominación de Origen (DO) es un elemento clave en este contexto. País Vasco cuenta con varias denominaciones de origen, como el txakoli o el queso Idiazábal. Navarra también tiene su propia DO, destacándose el vino de Navarra y el espárrago de Navarra. Estas denominaciones no solo garantizan la calidad y autenticidad de los productos, sino que también promueven la preservación de las tradiciones culinarias locales.

El sector alimentario también juega un papel en la promoción del turismo gastronómico. Tanto la CAPV como Navarra son destinos cada vez más populares para los turistas interesados en la gastronomía. Los festivales culinarios, las rutas gastronómicas y los eventos en torno a la comida atraen a visitantes de todo el mundo, contribuyendo al desarrollo del sector turístico y a la promoción de la cultura local.

Impacto social 

En términos sociales, el sector alimentario tiene un impacto profundo en ambas comunidades. El sector no solo proporciona empleo y apoya a la economía local, sino que también fomenta la cohesión social y el desarrollo de las comunidades rurales. Las cooperativas y asociaciones agroalimentarias juegan un papel fundamental en la vida social y económica de las zonas rurales, ofreciendo apoyo a los pequeños productores y contribuyendo al desarrollo sostenible.

Las iniciativas de producción local y sostenible también han ganado importancia en ambos territorios. La creciente demanda de productos locales y orgánicos ha llevado a un aumento en la producción de alimentos que respetan el medio ambiente y promueven prácticas agrícolas sostenibles. Esto no solo beneficia a los consumidores, sino que también fortalece el vínculo entre los productores y la comunidad.

En la comunidad vasca y en la navarra, el sector alimentario también está relacionado con la educación y la concienciación sobre la alimentación saludable. Las campañas de promoción de hábitos alimenticios saludables y las iniciativas educativas en las escuelas contribuyen a mejorar la salud pública y a sensibilizar a la población sobre la importancia de una dieta equilibrada.