El Instituto Vasco de Competitividad, Orkestra, ha reclamado la apertura "debate técnico profundo" para diseñar un nuevo modelo regulatorio del sistema eléctrico español. Esta petición se produce después de la publicación, por parte de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC), de la segunda audiencia pública sobre la metodología de las redes eléctricas, en un momento clave para el futuro del sistema eléctrico español. 

Orkestra alerta de que la situación actual "pone en riesgo la competitividad industrial, el bienestar social y los objetivos medioambientales de España".

El modelo de regulación y retribución vigente, según el instituto, "no está preparado para afrontar los retos de la digitalización ni para absorber el crecimiento de las energías renovables". Además, limita la inversión anual "al 0,13% del PIB y no ofrece flexibilidad para responder a nuevas demandas, lo que obstaculiza el desarrollo de las redes".

Esta advertencia del instituto de Competitividad coincide con un momento en que la redes eléctricas están saturadas, especialmente en Euskadi, donde el nivel alcanza el l 99,2%, lo que "limita el acceso de nuevas demandas y frena inversiones industriales y de descarbonización".

Falta de coherencia

El debate regulatorio está marcado, además, por la falta de alineación entre los dos principales organismos implicados: la CNMC y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO).

"Las circulares publicadas por la CNMC en julio introducen una tasa de retribución financiera del 6,46%, considerada insuficiente en comparación con otros sectores y países. Por su parte, el Real Decreto presentado por el MITECO en septiembre eleva el tope de inversión anual a 1.570 millones de euros, introduce tipologías de inversión diferenciadas y participación pública, y mejora la planificación. Sin embargo, mantiene ciertos límites que podrían frenar inversiones anticipatorias", explica Orkestra.

Ante este escenario, Orkestra propone extender temporalmente el modelo actual, actualizando la tasa de retribución, y alinear las propuestas regulatorias mediante un nuevo trámite de audiencia.

Pero, sobre todo, insiste en la necesidad de abrir un debate técnico profundo para diseñar un nuevo modelo regulatorio que esté "basado en principios de buena regulación, sea adaptable, innovador y orientado a resultados", y que incentive las "inversiones anticipatorias" garantizando al mismo tiempo estabilidad jurídica.