IMQ Prevención trabaja desde hace tiempo en el concepto de empresa saludable por los múltiples beneficios que ello aporta a las compañías, independientemente de su tamaño. Además, alerta de los riesgos psicosociales que están generando los nuevos modelos de trabajo promovidos por las tecnologías digitales y el desarrollo de la inteligencia artificial.
El Día Mundial de las Microempresas y las Pequeñas y Medianas Empresas (mipymes) que hoy se celebra trae a la palestra la importancia de estas por su impacto económico y también social. ¿Detectan en ellas los mismos riesgos para la seguridad y la salud en el trabajo que en las grandes compañías? ¿Cuáles son las principales diferencias a este respecto?
Los peligros generadores de riesgo laboral en una empresa dependen fundamentalmente de su actividad más que de su tamaño, por lo que aquí no encontramos grandes diferencias. La principal diferencia radica en la desigual capacidad que tienen las organizaciones en función de su tamaño para realizar una eficiente gestión de la prevención de riesgos laborales, como de cualquier otro aspecto. Cuanto más pequeña es la empresa, más limitados son los recursos económicos, humanos, tecnológicos y estructurales de que dispone para poder implantar las medidas preventivas necesarias, para tener el riesgo que su actividad genera minimizado y controlado.
En relación con el concepto de empresa saludable en el que trabaja IMQ Prevención, ¿qué es una empresa saludable y sobre qué pilares se asienta?
Una empresa saludable es aquella que promueve proactivamente el bienestar físico, mental y social de sus personas trabajadoras. Es decir, es la organización que va más allá de sus obligaciones legales en materia preventiva y que ha dado un salto desde el escalón reglamentario de garantizar la seguridad y salud de sus personas trabajadoras, a preocuparse y ocuparse además por su calidad de vida general, tanto dentro como fuera del trabajo. Los pilares básicos en los que se asienta son cuatro: 1) Ambiente físico de trabajo seguro y saludable; 2) Ambiente psicosocial positivo; 3) Fomento de hábitos de vida saludables; y 4) Participación activa de los trabajadores.
“Una empresa saludable es la que promueve el bienestar físico, mental y social de sus personas trabajadoras”
¿Una empresa saludable es más productiva?
Rotundamente sí, no existe ninguna duda.
¿En qué beneficia a las organizaciones ser saludables?
En todo. Las inversiones que la organización hace en esta materia tienen desde un punto de visto económico un gran retorno y además a corto plazo. El bienestar de las personas de la empresa reduce el absentismo y las fugas de profesionales, mejora el clima de trabajo, el arraigo y orgullo de pertenencia, la productividad, la imagen corporativa, facilita la captación de talento, permitiendo vender más y con más margen, aumentando la cuota de mercado y aumentando, en definitiva, el beneficio económico de la compañía.
¿Ayudan a las empresas en la implantación del sistema de gestión de empresa saludable ajustado a las características de cada organización?
En IMQ Prevención disponemos de un gran equipo de técnicos especialistas en esta materia con dilatada experiencia para asesorar a cualquier tipo de empresa adaptándonos a su realidad.
“Los riesgos psicosociales van en aumento con las nuevas formas de trabajo”
El protocolo de adicciones en las empresas es otro de sus frentes de actuación. ¿Cuál es su objetivo?
Estableciendo mecanismos de detección e intervención temprana, prevenir el consumo de sustancias que afectan negativamente a la salud de las personas trabajadoras, a su seguridad en el trabajo y a la seguridad de las demás personas con las que trabaja.
¿Ponen en marcha también programas de vigilancia, detección precoz y prevención de las adicciones en microempresas y pymes?
Sí, dado que las situaciones de adicciones se presentan en todo tipo de empresas, asesoramos en esta materia también en mipymes.
¿Cómo se detectan estos riesgos cuando el trabajo es a distancia y no en el ámbito de la empresa?
Aunque identificar estas situaciones resulta más difícil en estas personas trabajadoras, la estrategia en estos casos es la observación proactiva para detectar cambios de comportamiento, como bajada de rendimiento, olvidos, incremento en la desorganización, dificultades de comunicación (por ejemplo en reuniones on line), descuido en el aspecto, cambios de ánimo, etc.
En los últimos años, la salud mental está cobrando gran relevancia en las empresas. ¿Es importante trabajar en el ámbito de la psicosociología?
Importantísimo porque los cambios en los modelos de trabajo que estamos teniendo, sobre todo en este siglo, relacionados con la evolución de la tecnología digital (teletrabajo, inteligencia artificial…) están generando riesgos “emergentes” que son principalmente psicosociales más que de seguridad, higiene o ergonomía.
¿Los riesgos psicosociales van en aumento con las nuevas formas de trabajo (horarios ampliados con el teletrabajo, estrés…)?
Efectivamente es así y el desarrollo sobre todo que está teniendo ahora mismo la inteligencia artificial está creándonos desafíos de cómo gestionar, por ejemplo, el miedo a la pérdida de trabajo, adaptaciones a las nuevas tecnologías, sometiendo a los sistemas digitales, y síndrome de “gran hermano”, es decir, de estar continuamente digitalmente vigilados. Todos ellos riesgos de carácter psicosocial.
¿Es una prioridad fomentar la cultura preventiva en todas las empresas, independientemente de su tamaño?
Que exista una cultura preventiva es lo más importante siempre, porque si no existe o no es la adecuada, no se va a hacer nunca una prevención efectiva y nos vamos a quedar en el papel que todo soporta pero vamos a seguir teniendo accidentes y enfermedades profesionales en la empresa, sea cual sea su tamaño, por lo tanto, es un tema prioritario de la gestión de la empresa.
“Invertir en prevención supone un valor añadido para la organización, las personas trabajadoras y el entorno”
¿Esa cultura preventiva va calando también en las mipymes, aunque sea a un ritmo más lento?
La cultura, y la preventiva en concreto, no se cambia de la noche a la mañana, va calando de manera más lenta en las mipymes por las limitaciones que hemos comentado, habiendo mejorado mucho sobre todo por la tracción que en materia preventiva han ejercido los clientes en ellas.
¿Cómo abordan en IMQ Prevención la concienciación a este respecto?
Formación, formación y formación a todas las personas que integran la empresa convenciéndoles del valor añadido que para su organización, personas trabajadoras y entorno supone el invertir en prevención.