Mientras el grueso de la flota vasca de bajura continúa inmersa en la campaña de pesca de anchoa, varias embarcaciones de la flota artesanal con base en el puerto de Bermeo han iniciado en las dos últimas semanas la pesquería del atún blanco-bonito del norte, costera que representa una parte muy importante de sus ingresos.

Y es que los buques que pertenecen a este segmento de flota basan su economía en la pesca de sólo dos especies: el verdel y el bonito. Además, los resultados obtenidos en la campaña de verdel han sido especialmente negativos para estas embarcaciones que utilizan líneas de anzuelos para la pesca de la citada especie de escómbrido. Según datos del Gobierno vasco, la flota vizcaina de artes menores sólo ha logrado capturar un 21% de los 3,3 millones de kilos cuota que dispone para 2024, en la peor campaña de la historia. Así las cosas, la relevancia de la costera de bonito es aún mayor ante los exiguos resultados económicos registrados en el primer cuatrimestre del año.

Tras completar una travesía de más de 200 millas náuticas hasta la punta de Estaca de Bares, los pesqueros pusieron proa hacia el sudoeste para adentrarse en la inmensidad del Océano Atlántico con el propósito de toparse con los primeros cardúmenes de bonito que nadan sin descanso hacia las ricas aguas del Golfo de Bizkaia en su migración trófica anual. En los últimos años, las primeras capturas se han producido al nordeste de las islas Azores, a más de 900 millas del puerto de Bermeo.

Varios patrones han decidido adelantar el inicio de la campaña tras las buenas capturas obtenidas en el arranque de la pesquería en el 2023.

“El año pasado salimos temprano y logramos buenas capturas en la primera marea, que es en la que el bonito registra los mejores precios en lonja. Este año confiamos en que se repita el buen arranque aunque tratándose de cosas de la mar, nunca se puede aventurar nada. Además, los barcos canarios están registrando buenas capturas y eso también nos anima a hacernos a la mar” aseguró el patrón de una embarcación bermeana minutos antes de soltar amarras para poner rumbo al Atlántico. El mal tiempo reinante en los primeros días de la pasada semana ha retrasado la salida a la mar de otro grupo de embarcaciones.

Incremento de la cuota del 23%

La campaña de pesca de bonito del 2024 presenta una novedad importante. Y es que la flota del Cantábrico ha visto incrementada en un 23% la cuota para esta especie. ICCAT, Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico decidió incrementar el Total Admisible de Capturas para los próximos tres años ante los estudios realizados que confirman la buena situación del recurso. Así, el TAC para el trienio 2024-26 asciende a 47.251 toneladas, frente a las 37.801 tn de tope correspondientes a los tres últimos años. La flota del Cantábrico podrá capturar 4.132 tn más, incremento que permitirá a las embarcaciones faenar con cierta tranquilidad y sin el temor al cierre prematuro de la pesquería por agotamiento de cuota, como sucediera en las campañas de 2022,2021 y 2020.

Los puertos vascos recibieron más de 8.500 toneladas de atún blanco-bonito del norte el año pasado, cantidad que supone un incremento del 9,5% con respecto a la campaña del 2022. El valor en lonja se aproximó a los 28 millones de euros, un 14,6% menos que el año anterior. Y es que la cotización media del pescado en lonja pasó de 4,18 €/kg en 2022 a 3,26 €/kg en 2023, con un decremento del 22%. La flota vasca capturó más de 11.000 toneladas de bonito entre junio y octubre del año pasado, de las que aproximadamente 8.245 tn se descargaron en puertos de Bizkaia y Gipuzkoa, en tanto que el resto, 2.865 tn, se registraron en otros puertos de la cornisa cantábrica como El Musel, Avilés y Burela. Getaria concentró el mayor volumen de descargas, casi la mitad de las registradas en Euskadi, con más de 4.100 toneladas. La cofradía de Hondarribia subastó más de 2.400 toneladas, en tanto que Bermeo recibió 828 toneldas, Ondarroa 598 y Pasaia 390 toneladas.