EL lugar elegido para la celebración del acto de entrega de los IX Vodafone Deia Innovation Sariak era toda una declaración de principios de lo que representan los galardones. Azkuna Zentroa es la innovación elevada al cuadrado. Cuando el arquitecto Ricardo Bastida terminó su obra en 1909, entregó uno de los primeros edificios en realizarse con un material entonces futurista: el hormigón armado. La Alhóndiga de Bilbao representó un hito en la historia de la construcción.

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En imágenes: Reconocimiento al talento, la calidad y la eficencia de las empresas del futuro Borja Guerrero

Un siglo más tarde, el enfant terrible de los diseños y los planos, Philippe Starck, creó lo que hoy es Azkuna Zentroa sobre el hormigón armado de Bastida. Así, el almacén de vinos se transformó en un enorme centro cultural multiusos que ya es uno de los iconos de la ciudad. Y probablemente la más acertada metáfora del cambio de Bilbao en lo que va de siglo XXI. En su auditorio se desarrolló durante la tarde de ayer la gala de entrega de los premios que impulsa Deia, con el patrocinio de Vodafone y la colaboración del Ayuntamiento de Bilbao y la Diputación Foral de Bizkaia, ademas del apoyo de Innobasque.

Representantes de empresas, instituciones, pymes y star ups premiadas y nominadas fueron bajando por la amplia escalinata que conduce al recibidor del auditorio. A simple vista parecían personas que respetan las convenciones establecidas. Y no. En realidad se trataba de quienes están destruyendo el mundo. Pablo Picasso, uno de los más grandes innovadores de las artes plásticas de todos los tiempos, dejó dicho que “todo acto de creación es en, primer lugar, un acto de destrucción”. Muchas de las personas que pasaron por el photocall dedican su talento y su tiempo a que el mundo tal y como lo conocemos, analógico y movido por hidrocarburos, desaparezca. Son ellas y ellos quienes se empeñan en inventar nuevos modos de facilitar la generación, transmisión y procesamiento digital de datos de todo tipo; o en diseñar sensores; a pergeñar nuevas aplicacio- nes de la realidad virtual; a la generación de energía aprovechando el sol o el viento de montañas y mares; a solventar las dificultades de la producción del hidrógeno verde; a multiplicar la capacidad de las baterías que acumulan la electricidad; a fantasear con la fusión nuclear; o a probar piedras filosofales cuánticas.

Pero, además de soñar, se trata de hombres y mujeres de acción, de empresa en el sentido amplio de la palabra. Quieren conquistar nuevas fronteras. No les basta crear. Porque, como dijo el economista alemán nacionalizado estadounidense, Theodore Levitt, “creatividad es pensar en nuevas ideas; la innovación consiste en hacer cosas nuevas”. Y hablamos de innovación. Junto a ellas y ellos estuvieron ayer la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia; la diputada foral de Desarrollo Económico, Ainara Basurko; el concejal de Desarrollo Económico, Comercio y Empleo del Ayuntamiento de Bilbao, Xabier Ochandiano; Iñigo Ansola, director general del Ente Vasco de la Energía; Manuel Salaberria, presidente de Innobasque y miembro del Consejo Vasco de Ciencia y Tecnología; la directora general de Innobasque, Leire Bilbao; la directora general de los Parques Tecnológicos de Euskadi, Itziar Epalza; el vicerrector de Desarrollo Científico-Social y Transferencia de la EHU-UPV, Guillermo Quindós; Francisco Vallejo, director territorial Zona Norte de Vodafone; el viceconsejero de Administración del Gobierno vasco, Polentzi Urkijo; el director General de Emprendimiento y Competitividad de la Diputación, Joseba Mariezkurrena; o Aitor Urzelai, director general de Grupo SPRI Taldea; además de Marta Martín, directora de Deia; Ibon Mujika. director de Desarrollo de Negocio del diario; y Aitziber Jauregi, directora Comercial. Abrió la gala con las palabras de bienvenida y agradecimiento, Javier Andrés, director general de Editorial Iparraguirre.