El número de viviendas libres iniciadas en la CAV ha bajado un 5,1% interanual en la primera mitad de este año. En concreto se puso en marcha la construcción de 1.385 pisos entre enero y junio, que es la cifra más baja desde 2015, con la excepción del gran bloqueo de 2020 durante el confinamiento.

El frenazo de las operaciones de compra de vivienda en el escenario de la subida de tipos y el encarecimiento de las hipotecas parece haberse trasladado al arranque de los proyectos inmobiliarios.

El año pasado ya se registró una notable caída en el inicio de edificaciones del 20,5% en el primer semestre. En aquel momento las tensiones inflacionista ya habían avivado el debate sobre el cambio de política monetaria por parte del Banco Central Europeo. Desde agosto de 2022 hasta el pasado mes de septiembre, los tipos han escalado del 0% al 4,5%. El salto y la velocidad de las subidas han congelado en gran medida las expectativas de compra de vivienda de las familias y el sector se está adaptando a esa nueva realidad.

Al menos lo está haciendo en los mercados más expuestos a la vivienda de uso convencional. El turismo sigue impulsando la construcción en las zonas más turísticas del Estado. Así se desprende de los últimos datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que ha contabilizado entre enero y junio el inicio de 49.795 viviendas, lo que le convierte en el segundo mejor semestre desde 2009, solo superado en estos años por el máximo que se registró en 2019, justo antes del inicio de la pandemia.

Ocurre, sin embargo, que la subida se concentra en zonas muy concretas. Y las bajadas son en algunos casos muy llamativas. La Comunidad de Madrid, por ejemplo, cae un 15%, cuando sobre el papel es un mercado en constante expansión por su capacidad de atracción laboral de ciudadanos de otras regiones.

Catalunya, por su parte, desciende un 1,1%, un porcentaje que refleja el menor dinamismo generalizado, pero también que la costa catalana tiene capacidad para compensar las caídas de los núcleos más volcados en actividades industriales.

Descontadas las dos comunidades con mayor proyección económica del Estado, el inicio de construcción de vivienda crece básicamente en las que tiene un perfil más turístico.

La excepción es Islas Baleares, que baja un 4,9%, en línea con el dato de la CAV, probablemente como consecuencia de los altos precios de mercado y por el encarecimiento de la financiación, tanto para las familias como los constructores.

A partir de ahí, Canarias crece un 47%, Murcia avanza un 39% y Andalucía y la Comunidad Valenciana –que por su tamaño suman casi 18.000 nuevas viviendas iniciadas– repuntan en torno a un 25%.

Cerca de la CAV y refugio tradicional de segunda residencia de vizcainos destaca el avance de Cantabria. (43%). Nafarroa por su parte baja un 5,5%. En el mercado doméstico llama la atención el dato de obra de vivienda iniciada en el primer semestre de Bizkaia.

Hasta junio las constructoras han arrancado la edificación de 671 pisos en suelo vizcaino, son casi el doble que las 339 iniciadas en el mismo periodo de 2022. En cambio, en Araba se produce un auténtico desplome, con 96 pisos frente a los 396 del año pasado. Gipuzkoa desciende cerca de un 15% y pasa de las 724 viviendas de 2022 a 618 en este primer semestre.

Obra iniciada en la CAV

1.385 pisos. Las constructoras han iniciado casi 1.390 viendas en los seis primeros meses en Euskadi. El mercado envía señales de estancamiento, con un descenso cercano al 5%, aunque la evolución por territorios históricos no es homogénea.

Evolución por territorios

2022 2023 var%

Araba 396 96 -75,8

Bizkaia 339 671 97,9

Gipuzkoa 724 618 -14,6

Inicio de obra en España

49.795 pisos. En el conjunto del Estado se ha iniciado casi 49.800 viviendas, lo que supone un 6% más que el año pasado y la segunda cifra más alta desde 2009.