Asle, la asociación de sociedades laborales y empresas participadas de Euskadi, reclamó ayer a las instituciones incentivos fiscales para este modelo de empresas en las que los trabajadores también son socios con el objetivo de incentivar la creación de estos negocios que considera “modelo de emprendimiento colectivo por excelencia”.
Asle celebró ayer en Donostia su asamblea general que fue inaugurada por la vicelehendakari Idoia Mendia y clausurada por el lehendakari Iñigo Urkullu como reflejo del respaldo institucional que tienen las sociedades laborales y participadas en Euskadi. El presidente de la asociación, Kepa Olivares, aludió a uno de los problemas que adolecen muchas empresas como es el relevo generacional, aún más en la actualidad en la que comienza a sentirse los síntomas de una evolución demográfica a la baja.
En este contexto, defendió los procesos de relevo en la propiedad a favor de los trabajadores porque, según explicó, ayudan al mantenimiento del empleo y al arraigo de la empresa en el entorno frente a las deslocalizaciones. Olivares también consideró que esta fórmula “va acompañada de procesos de reestructuración” en los que se realizan inversiones, se impulsan proyectos innovadores y, en definitiva, se incrementa la competitividad de la empresa. Ventajas como incentivos fiscales a la sucesión empresarial, sobre todo si no existe un relevo familiar natural, beneficiaría el fortalecimiento de un tejido empresarial con este modelo, añadió el presidente de Asle. En su última comparecencia en la asamblea como presidente tras seis años al frente de Asle, Kepa Olivares definió a la sociedad laboral y empresa participada como “un modelo de emprendimiento colectivo de éxito” en una afirmación que fue compartida por el lehendakari Iñigo Urkullu.
“Sois un ejemplo de compromiso y perseverancia, de que creer es el primer paso para poder”, aseguró, para valorar el compromiso con la generación y mantenimiento de empleo de calidad y con la participación en las decisiones y la gestión de estas empresas donde los trabajadores acceden a la propiedad.
Advirtió de que cuando una empresa se encuentra en dificultades, “lo habitual es echarse a un lado, pensar que no hay solución y que el cierre es inevitable”, señaló. Sin embargo, Urkullu alabó la “valentía” de los trabajadores que deciden “tomar el timón, creer, confiar y trabajar por unas, a priori, escasas posibilidades de éxito”.
La vicelehendakari anunció que ha trasladado al Ministerio de Trabajo que contemple en la Ley de Economía Social la posibilidad de capitalizar el desempleo para “salvar empresas de éxito que no tengan garantizado el relevo generacional”. Mendia explicó que la transformación de empresas de capital en sociedades laborales no solo es “clave” en casos de dificultad económica, sino también en los de éxito cuando la familia decide no continuar.