El ensayo que propuso ayer la vicelehendakari y consejera de Empleo y Trabajo, Idoia Mendia, ya se ha realizado recientemente en el Reino Unido en 61 empresas, tal y como recordó ayer el secretario general de UGT Euskadi, Raúl Arza. “Hay que poner en valor algunas experiencias que ha habido en otros países para implantar la semana laboral como en Reino Unido, que han sido positivas porque mejora el ambiente de trabajo y mejora la productividad de las empresas”, destacó.

De hecho, el resultado del programa piloto llevado a cabo en Reino Unido desde julio del año pasado ha concluido que la semana laboral de cuatro días reduce el estrés y mantiene los niveles de productividad, según el informe publicado por investigadores de la Universidad de Cambridge.

El documento sostiene que durante los seis meses que esas 61 organizaciones redujeron un 20% las horas de trabajo de sus empleados, sin reducir los salarios, las bajas por enfermedad cayeron un 65% y la salida de trabajadores hacia otras empresas en un 57%. El 79% de los empleados indicaron que se había reducido su “desgaste profesional” (burnout, en inglés), y un 39% aseguraron que disminuyeron sus niveles de estrés.

Las compañías que participaron en el programa, impulsado por el grupo de presión 4 Day’s a Week Campaign (Campaña por los cuatro días a la semana), registraron durante ese periodo un incremento medio del 1,4% en sus ingresos respecto al mismo periodo del año anterior, refleja el informe, liderado por el sociólogo de Cambridge Brendan Burchell. “Antes de esta prueba, muchos dudaban de que fuéramos a ver un incremento de la productividad para compensar la reducción del tiempo de trabajo, pero eso es exactamente lo que hemos visto”, afirmó Burchell.

“Muchos empleados estaban más que dispuestos a impulsar mejoras ellos mismos. Las reuniones largas con demasiadas personas se redujeron o bien se eliminaron por completo. Los trabajadores estaban mucho menos inclinados a dejar pasar el tiempo”, indicó el sociólogo.