El ensayo de la jornada laboral de cuatro días llegará a Euskadi el próximo año, según anunció este viernes la vicelehendakari y consejera de Empleo y Trabajo, Idoia Mendia, quien explicó que la Mesa del Diálogo Social analizará esta posibilidad en 2024 con dos puntos de partida: mantener el salario de los trabajadores y trabajadoras y no incrementar las horas de trabajo, aunque no aclaró si las horas pendientes del día restante tendrán que recuperarse o no. Mendia propondrá también un ensayo con las empresas del sector privado que quieran participar para evaluar sus ventajas y desventajas. El objetivo del Gobierno vasco es que este proyecto se pueda implantar en algunas empresas antes de la primavera del próximo año.

Mendia anunció su propuesta durante el pleno de control del Parlamento Vasco, tras la pregunta del parlamentario socialista, Ekain Rico, sobre las medidas innovadoras en materia de empleo que tiene previsto desarrollar su departamento. Entonces, las vicelehendakari explicó que el Gobierno vasco propondrá en la Mesa de Diálogo Social la creación de un grupo de innovación en las relaciones laborales que aborde la semana laboral de cuatro días con el mismo salario, la participación de los trabajadores en las decisiones estratégicas de las empresas y las posibilidades del teletrabajo.

En este sentido, explicó que la idea es ensayar la “codeterminación” en el lugar de trabajo –la participación de los trabajadores en las decisiones estratégicas–, “en un momento de profunda transformación tecnológica, dando más papel a los trabajadores”.

Además, según Mendia, conviene “testar bien” si el teletrabajo puede tener algún riesgo para los derechos de los trabajadores. En este sentido, aseguró que hay que “articular mecanismos por los que salgan beneficiados empresas y personas trabajadoras” con este método. La vicelehendakari destacó que Euskadi será la primera comunidad que se adentre en el análisis de estas cuestiones que consideró de “vital importancia” y concluyó reivindicando la necesidad de “caminar hacia una nueva cultura empresarial y sindical, en la que hay que adentrarse sin prejuicios y con toda la voluntad de garantizar la viabilidad de las empresas y la mejora de las condiciones laborales”.

Agentes sociales

Aunque el debate se ha planteado para dentro de un año, tanto sindicatos como la patronal reaccionaron ya ayer a este planteamiento, que sobrevuela el debate público cada cierto tiempo. Así, el secretario general de UGT Euskadi, Raúl Arza, defendió la semana laboral de cuatro días sin merma salarial porque mejoraría la productividad de las empresas, además del ambiente de trabajo. “Nos parece muy interesante que podamos hacer un grupo de trabajo para diseñar las políticas, luego poderlas implementar a través de ayudas que se pueden trasladar a las empresas y después realizar una evaluación de ese proyecto de innovación y ver cómo responde”, indicó Arza.

Sin embargo, el secretario general de UGT Euskadi reconoció que deben ser cautelosos porque son conscientes de que la mayoría de las empresas en Euskadi son compañías pequeñas en las que entiende que va a ser más difícil su implantación. En todo caso, considera positivo realizar ese ensayo previo en algunas empresas.

En este sentido, Loli García, secretaria general de CCOO de Euskadi, señaló que su sindicato trabajará a lo largo de este año para que la jornada de cuatro días se pueda materializar en el mayor número de centros de trabajo. “Es necesario trabajar en un reparto del tiempo de trabajo para que podamos tener un ejemplo mejor de mayor calidad y CCOO va a trabajar a lo largo de todo 2023 en la mesa de diálogo social para que esto se pueda materializar y se pueda ascender al máximo número de centros de trabajo”, subrayó.

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Sin embargo, esta idea no fue tan bien acogida por la patronal, Confebask, quien advirtió de que este debate no está aprobado en el Plan de Trabajo de la Mesa de Diálogo Social y lanzó: “Ya se verá si se aprueba o no”, al menos, por parte de la patronal vasca, porque, según manifestaron, previamente se debe conformar opinión al respecto.

A raíz de la pandemia, el debate en torno a la semana laboral de cuatro días se han reavivado, así como la del teletrabajo. La idea es que los empleados trabajen cuatro días a la semana cobrando lo mismo pero con la misma carga de trabajo. Así, los defensores de esta jornada sugieren que, cuando se implanta, aumenta la satisfacción de los trabajadores, y también la productividad.