El pacto alcanzado por los gobiernos de España, Francia y Portugal es una muestra más de la apuesta internacional por las energías renovables, y en especial por el hidrógeno, en un momento como el actual, en el que a las nuevas necesidades energéticas derivadas de la guerra de Ucrania se unen las urgencias que impone el cambio climático. En este sentido, cada vez son más las iniciativas, con un esquema de partenariado público y privado, que buscan consolidar el fomento y desarrollo de energías limpias. En febrero del año pasado se presentó el Corredor Vasco del Hidrógeno, que agrupa a un total de 78 organizaciones entre empresas, instituciones, centros de conocimiento y asociaciones empresariales. Alumbrado por Petronor y Repsol, el Corredor persigue trabajar en “la descarbonización de los sectores energético, industrial, residencial y de movilidad”. En los próximos cuatro años, gracias a una inversión de más de 1.300 millones , se pretende desarrollar acciones concretas que crearán más de 1.340 puestos de trabajo directos y 6.700 indirectos. El objetivo es producir 20.000 toneladas anuales de hidrógeno verde para evitar la emisión de 1,5 millones de toneladas de dióxido de carbono.

Asimismo, el pasado febrero, el Puerto de Bilbao albergó la colocación de la primera piedra del Hub de Descarbonización, que impulsan también ambas compañías petrolíferas. Se enmarca dentro de la estrategia global del Corredor y se trata de una instalación que permitirá obtener combustible sintético a partir de la combinación de dióxido de carbono e hidrógeno renovable. El hidrocarburo resultante se podrá emplear en cualquier medio de transporte y contribuirá a reducir las emisiones contaminantes a la atmósfera. La planta de producción de energía limpia contará con una inversión de 103 millones de euros y el objetivo es que comience a funcionar en dos años. 

HIDRODUCTO

Además, el pasado mes de mayo, la distribuidora Nortegas inauguró en Amorebieta el proyecto H2Sarea, enmarcado también dentro de las iniciativas del Corredor. Es un proyecto que, con carácter demostrativo, pretende analizar los límites de las infraestructuras y equipos que actualmente utilizan gas natural e impulsar la inyección segura de hidrógeno verde en esas mismas instalaciones. De esta manera, se pretende elevar el peso de las energías limpias en el funcionamiento de fábricas y aparatos. Asimismo, Nortegas trabaja para desarrollar el hidroducto que conectará la refinería de Petronor con el edificio central del Energy Intelligence Center (EIC) de Abanto-Zierbena. Por otra parte, el Puerto de Bilbao cuenta con una de las seis plantas regasificadoras del Estado y que permiten tratar el gas natural licuado que llega por barco.