La crisis climática y energética es, cada vez más, un problema al que nos enfrentamos en nuestra vida diaria y que, por el momento, se ve traducida en temperaturas y precios desorbitados. El contexto actual de los mercados energéticos pone sobre la mesa la necesidad de apostar por la transición energética y por el desarrollo de las energías renovables. Además, junto con el impulso energético-medioambiental de la Unión Europea y la respuesta de Europa a la situación tras la crisis por la guerra de Ucrania, se abre una ventana de oportunidad para avanzar hacia este desarrollo. 

Una ventana que, parece, el Gobierno vasco está queriendo aprovechar y así lo ha demostrado con el Plan de Contingencia Energética de Euskadi que incluye una treintena de iniciativas para llevar a cabo una estrategia de carácter comunitario contra el colapso energético que Vladimir Putin ha desatado. El plan se basa en la eficiencia energética y en la confianza por la generación renovable y otras vías alternativas. Así, Euskadi aspira a recortar su consumo de gas entre un 7% y un 15% y contribuir de esta forma a reducir su dependencia de importaciones. 

APUESTA POR LA EÓLICA

Solo un 8,6% de la energía que consumen los vascos es producida en Euskadi. Por eso, la creación de energías renovables es clave para reducir esta dependencia. En el año 2021, la potencia instalada de energías renovables eléctricas representaba un total de 603 megavatios (MW), donde destacan los 79 MW que corresponden a la capacidad solar fotovoltaica y 91 MW a la solar térmica. Pero, dentro de las energías renovables, Euskadi apuesta especialmente por la eólica. En la actualidad, Euskadi obtiene 153 megavatios (MW) con estas turbinas que, aunque varía en función del viento, permiten producir aproximadamente el 9% de la electricidad que se consume en la comunidad a lo largo de un año. Una tasa que el Gobierno vasco quiere acelerar para situar en torno al 25% en 2030.

Según datos facilitados por el Ente Vasco de Energía (EVE), Euskadi cuenta actualmente con cinco parques eólicos en funcionamiento. Estos parques son el de Badaia (Araba), con una potencia instalada de 49,5 MW y que puede abastecer alrededor de 36.500 viviendas; el de Oiz (Bizkaia), con una potencia de 34 MW y que suministra a unas 25.000 viviendas; los dos de Elgea Urkilla (en Gipuzkoa y en Araba), con una potencia de 29,6 MW y 32,3 MW respectivamente y entre los que se puede proveer alrededor de 44.000 viviendas; y Punta lucero, la instalación del Puerto de Bilbao (Bizkaia) con 10 MW de potencia y que abastece unas 7.400 viviendas. En total, la energía eólica abastece una cifra aproximada de 113.000 viviendas. 

Además de los que se encuentran en funcionamiento, la empresa noruega Statkraft, que es el primer productor renovable de Europa, prevé construir dos parques eólicos más en el límite entre Araba y Gipuzkoa, los de Itsaraz y Piaspe, que contarán con una inversión que superaría los 90 millones de euros y que servirían para proveer alrededor de 64.000 viviendas más con una potencia instalada de 52,8 MW en Itsaraz y de 33 MW en el de Piazpe. Junto con estos dos, cuya instalación está prevista para 2027, hay otros diez parques que se encuentran en fase de tramitación administrativa. Estos diez proyectos son los de los parques de Trekutz, que está previsto que disponga de una potencia de 12 MW, con abastecimiento para 8.500 viviendas; Buruzai y Ezkelzu, con 18 MW potencia cada una necesaria para suministrar energía a 13.000 viviendas respectivamente; Karakate, con unos 9,6 MW para 7.000 viviendas; Azazeta, 40 MW que abastecerían a 29.000 casas; Geroa, con 45 MW y alrededor de 33.000 hogares de suministro; Cantoblanco, con una potencia de 49 MW para 36.000 viviendas; Artzentales-Sopuerta, el proyecto que más potencia espera instalar, 50 MW, para proveer de energía 37.000 viviendas; Larragorri y Kastillo, ambas con 22,5 MW para suministrar energía a 16.000 hogares cada una; y, por último, Miritxa, con una potencia prevista de 27 MW que podrían proveer de energía hasta 20.000 viviendas. Entre todas estas instalaciones se calcula que se podrían abastecer alrededor de 300.000 viviendas más de las ya abastecidas, un dato que triplicaría el número actual, con una potencia de prácticamente 400 MW. 

LEJOS DEL OBJETIVO

A pesar de todas estas propuestas y de la tramitación de estos nuevos parques eólicos, Euskadi está todavía muy lejos de cumplir con el objetivo de potencia renovable para 2030, que supondría añadir en los próximos 8 años 630 MW de energía eólica. Propósito que requiere agilizar la tramitación de nuevos proyectos renovables. 

Estamos ahora ante el momento de realizar un esfuerzo por parte de la clase política, Gobiernos, administraciones, empresas, instituciones y ciudadanía para poder aprovechar las oportunidades que existen para todas las tecnologías renovables y, de esta manera, generar bienestar sostenible para la sociedad vasca.