“Fue una reunión productiva e importante, porque verdaderamente existe un proyecto para la planta de Vitoria y especialmente nos centramos en eso”. La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, reiteró ayer martes que la delegación vasca salió “con buenas sensaciones” de la reunión con los responsables de Mercedes Benz en Stuttgart (Alemania). En declaraciones a Euskadi Irratia, la consejera señaló que, aunque no trataron específicamente el tema del convenio colectivo de la planta de Gasteiz, “todos nos debemos adaptar los tiempos, con flexibilidad”, al igual que ha sucedido “en otras factorías”.

En este sentido, reconoció las dificultades relacionadas con la negociación del convenio, sin embargo, señaló que ambas cuestiones no tiene relación, en referencia a las inversiones previstas por la multinacional en Gasteiz y la negociación del convenio: “Deberíamos tratarlas como dos cosas distintas”. “El tema no se trató de esa manera en la reunión. Se dijo que habrá otros modos de trabajar, pero como está ocurriendo en muchos lugares, habrá que tener flexibilidad respecto a lo que sucede y que deberíamos hacer una adecuación, como ha sucedido en muchas fábricas y en tiempos de pandemia. De alguna manera todos nos debemos adaptar a los tiempos, todos debemos hacer esa adecuación”, subrayó.

La planta de Mercedes se vio ayer jueves obligada a parar su producción por la quinta huelga en tres semanas, motivo por el cual la dirección ha interrumpido las negociaciones con el comité para renovar el convenio colectivo y supedita su reactivación a la suspensión de los paros y a que se retome la producción de furgonetas. La huelga convocada por ELA, LAB y ESK volvió a tener ayer jueves un seguimiento mayoritario entre los trabajadores de la planta –según los sindicatos, del 95%; la empresa rebajó el porcentaje al 85%–. Y eso a pesar de que la mayoría del comité (UGT, CCOO, Ekintza y PIM) no la secundaron, como tampoco el paro anunciado para hoy por los otros tres sindicatos.

El pasado martes, Mercedes planteó a al comité una serie de mejoras salariales y de flexibilidad, una oferta que hizo que UGT, CCOO, Ekintza y PIM decidieran no sumarse a las nuevas jornadas de huelga, pero que no convenció a ELA, LAB y ESK, que han seguido adelante con ellas. En la reunión de ayer jueves entre la dirección y el comité, el director de la planta, Emilio Titos, transmitió a los sindicatos que es “imprescindible” retomar la producción y “cumplir con los compromisos con los clientes” para seguir con las conversaciones. Fuentes de la compañía explicaron a Europa Press que su voluntad es “llegar a un acuerdo” y que la negociación “no se da por cerrada”, pero que se ha recibido “el encargo desde Alemania de reiniciar la producción”.

En el momento que eso ocurra se retomarán las negociaciones, que quedan así interrumpidas y sin fecha para una próxima reunión. ELA, LAB y ESK criticaron que dirección no les haya convocado “para intentar acercar posturas y escuchar lo que la plantilla dice, sino para bloquear la negociación” y anunció que en los próximos días decidirán si vuelven a parar el miércoles, jueves y viernes de la semana que viene.

Entre los sindicatos que se desmarcaron de los paros, la suspensión de las negociaciones fue acogida con “sorpresa absoluta”, sin embargo, manifestaron a la dirección que si elimina la sexta noche, harán un llamamiento a la plantilla para volver al trabajo.

“Responsabilidad”

Sobre el conflicto laboral que se vive en la planta de Mercedes Vitoria, la vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, pidió “responsabilidad” tanto a la dirección como a los sindicatos para que puedan llegar a un acuerdo en torno al convenio. Mendia destacó que el proyecto de Mercedes es “tractor y muy importante” para Euskadi y para el territorio de Araba, no solo por el empleo directo que genera, sino también por el indirecto y lo que supone para la comunidad. Por tanto, espera que este proyecto, que se podría materializar en una inversión de 1.200 millones en la planta alavesa pueda “cuajarse y salir adelante”. “Para ello se necesita el acuerdo entre trabajadores y empresa”, subrayó.

Es por ello que apeló a ambas partes y a su responsabilidad para que “consigan este acuerdo” en el que el Gobierno vasco está “totalmente comprometido”. También habló del conflicto la coordinadora general de LAB, Garbiñe Aranburu, quien señaló que lo más “indignante y bochornoso” es la actitud del lehendakari, Iñigo Urkullu, cuando reconoce “abiertamente” que está del lado de una multinacional que “chantajea” a sus trabajadores para que empeoren sus condiciones laborales.

Aranburu aludió al aumento de la “flexibilidad” que empresas como Mercedes demandan a sus plantillas, una petición que, en su opinión, “es una forma de precarizar aún más las relaciones laborales”. “No queremos esa modernización que reivindica una empresa como Mercedes que, con las dimensiones que tiene y los beneficios logrados estos últimos años, debería dar ejemplo y garantizar un empleo digno a sus trabajadores”, pero que realmente lo que está intentado es “imponer otro tipo de medidas”.

Durante su viaje a Alemania el pasado miércoles, Urkullu señaló que “Si no hay apuesta por la empresa no habrá futuro; nuestra apuesta es por la empresa”.

Al detalle

95%

Quinta huelga. Mercedes volvió a parar ayer su producción por la quinta huelga en tres semanas. ELA, LAB y ESK cifraron el seguimiento en el 95% de la plantilla; la empresa rebajó el porcentaje al 85%.

Negociaciones

“Interrumpidas”. En la reunión de ayer entre la dirección y el comité, el director de la planta, Emilio Titos, transmitió a los sindicatos que es “imprescindible” retomar la producción y “cumplir con los compromisos con los clientes” para seguir con las conversaciones.