La huelga del transporte por carretera puede tener un gran impacto sobre los principales motores económicos vizcainos, que contienen la respiración a la espera de una pronta resolución del conflicto. Las grandes fábricas del territorio resisten por ahora con pequeñas paradas y medidas de flexibilidad muy puntuales, pero el sector advierte de que si la falta de materiales se prolonga en el tiempo algunas empresas no van a poder terminar los pedidos comprometidos con la consiguiente pérdida de contratos, clientes y dinero.

"El paro puede ser la puntilla para muchas empresas, que se verán abocadas a cerrar definitivamente al no poder atender sus pedidos, muchos de ellos internacionales. No cumplir con los contratos firmados implicaría despidos", señala la Cámara de Comercio de Bilbao, que recoge la denuncia global del sector industrial.

Las empresas vizcainas prefieren no revelar detalles sobre su situación concreta a la espera de que la tormenta termine y puedan recuperar la normalidad, aunque la tónica general es de una gran preocupación.

Las principales acerías como Olarra o Sidenor mantienen la actividad aunque están muy pendientes de cómo evolucione el conflicto en el transporte ante el riesgo de que pueda cortarse el suministro de ciertas aleaciones de hierro y otros minerales necesarios para la fabricación de acero.

La ACB de Sestao retoma este miércoles la producción después de las dudas mostradas por el grupo Arcelor Mittal en las últimas semanas. Finalmente la acería encara un periodo de actividad ante el respiro que dan los costes eléctricos, si bien cualquier contratiempo bien en la evolución en el coste energético o bien en la cadena de suministro puede volver a suponer otro parón.

Otro sector que contiene la respiración es la automoción, que ya viene arrastrando problemas con el abastecimiento de materias primas desde hace meses. "Este paro del transporte por carretera está estrangulando la cadena de producción al colapsar la cadena logística, y las reivindicaciones de unos pueden llevar a la ruina de otros", advierte la Cámara de Comercio.

El paro en el transporte es el enésimo contratiempo para una industria que desde hace dos años encadena problema tras problema. La pandemia de covid, la carestía de la electricidad, las consecuencias comerciales de la guerra de Ucrania y, ahora, un agravamiento de los problemas de suministro dejan a muchas compañías al límite.

El pasado lunes el presidente del Puerto de Bilbao, Ricardo Barkala, explicaba que ante el parón en el transporte por carretera se está dando salida de forma urgente vía ferrocarril a ciertas materias primas indispensables para ciertas industrias. "Así intentamos resolver la angustia que viven algunas de nuestras industrias", remarcaba Barkala, que recordaba la importancia que tiene a nivel económico y social para Bizkaia y Euskadi el que el sector industrial pueda mantener su actividad y sacar adelante los pedidos contratados.

Y es que, como remarca la Cámara de Comercio, muchas industrias del territorio trabajan con socios de fuera del Estado español que, ante una situación como la actual con el transporte en España, pueden optar por hacer sus encargos con otro proveedor. No poder llegar a un pedido puede suponer perder ese cliente y, por tanto, renunciar a más trabajos en el futuro.