La Acería Compacta de Bizkaia (ACB) modifica de nuevo su hoja de ruta y no seguirá trabajando la próxima semana como estaba previsto. Arcelor Mittal opta por parar la producción otra vez sin fecha de reapertura, lo que confirma el despegue en falso de la acería justo cuando parecía que se abría un escenario de optimismo en la factoría.

Después de más de tres meses de parada la ACB volvió a la actividad el pasado día 3 con un calendario de tres turnos durantes seis jornadas intercaladas con cuatro de descanso. Con ese calendario en la mano tocaría volver a encender el horno este próximo domingo por la noche, pero no ocurrirá así a causa de los altos precios de la electricidad.

Arcelor ya optó por parar la acería de Olaberria, en Gipuzkoa, ayer martes debido a los altos costes energéticos, lo que encendió las alarmas en la ACB. Hoy la dirección de la multinacional ha comunicado al comité de empresa que se vuelve a aplicar una parada indefinida por este motivo, lo que supone que se aplicará el ERTE recientemente activado, sin acuerdo sindical, a la plantilla de Sestao.

La ACB encaraba un 2022 prometedor con previsiones de ir incrementando la producción durante el ejercicio para alcanzar 1,6 millones de toneladas en 2023, es decir, el máximo de capacidad de la planta. En la última parada se han llevado a cabo trabajos de reforma y remodelación de la segunda línea de colada con este objetivo de ir incrementando producción, pero la crisis energética a causa de la guerra de Ucrania vuelve a sumir a la ACB en la incertidumbre.