Las haciendas forales han ingresado en los once primeros meses de este año 14.436,1 millones de euros, un 14% más que en noviembre de 2020 e incluso un 1,6 % por encima de lo ingresado hasta ese mismo mes de 2019, antes de la pandemia.

A solo un mes de que termine 2021 todo indica que se superarán las previsiones para todo el ejercicio del Consejo Vasco de Finanzas, que en octubre calculó que la recaudación alcanzará a final de año los 15.578,8 millones, con lo que quedan 1.142 millones para llegar al objetivo.

El aumento de los ingresos entre enero y noviembre se registró en los tres territorios. El mayor incremento se dio en Bizkaia, con una subida del 14,9 % hasta llegar a los 7.709,3 millones. En Gipuzkoa el alza fue del 13,3 % hasta los 4.624,8 millones y en Álava se llegó a 2.102 millones, es decir un 12,2 % más.

El aumento de la recaudación se debe a la recuperación económica y del empleo tras el impacto que el año pasado tuvo la covid en la economía y por tanto en los ingresos de las arcas públicas. Además, las diputaciones adoptaron en 2020 medidas para ayudar a los contribuyentes como el aplazamiento de las declaraciones a ingresar.

De esta manera en los once primeros meses de 2021 se han recaudado 1.774 millones más que en el mismo periodo de 2020 y se han mejorado también las cifras de 2019 con un incremento de casi 230 millones.

En Bizkaia, la imposición directa aportó 3.881,9 millones, un 15,9 % más, y entre sus principales conceptos, el IRPF supuso 2.982 millones y el Impuesto sobre Sociedades 674,6 millones.

Los impuestos indirectos recaudaron 3.172,2 millones, un 16,8 % más, de los cuales 2.051,8 millones corresponden a IVA y 962,9 millones a impuestos especiales.

En Gipuzkoa la imposición directa creció un 8,8 %, gracias a la subida del 7 % IRPF hasta los 1.889 millones. Dentro de este gravamen destaca la subida del 8,4 % en los rendimientos de trabajo. En cuanto al Impuesto sobre Sociedades, la recaudación alcanzó los 313,3 millones, un 16,5 % más.

Los impuestos indirectos por su parte subieron un 14,1 %: el IVA un 14,5 % hasta alcanzar los 1.241,9 millones y los impuestos especiales un 15,4 %.

En el caso de Araba, la imposición directa aportó 1.031 millones a las arcas forales, un 6,9 % más. En este apartado, el IRPF subió un 7,3 % y dentro de este gravamen destaca el alza de las retenciones de trabajo (+3,8 %) porque refleja la buena evolución del empleo. El Impuesto de Sociedades subió por su parte un 5,1 % hasta los 166,9 millones.

En cuanto a la imposición indirecta, que aportó 869,4 millones (+14,3 %), hay que destacar el buen comportamiento de sus dos principales gravámenes, el IVA y el Impuesto sobre Hidrocarburos.