El precio de la luz sigue sin dar tregua y marcará hoy otro máximo histórico tras subir más de 19 euros respecto al récord anterior del pasado lunes. El megavatio hora (MW) se desbocará este miércoles hasta los 172,78 euros y alcanzada ya la mitad del mes de septiembre se convertirá casi con toda seguridad en el mes con la factura eléctrica más cara de la historia. Superará de este modo los registros de julio y agosto y se encadenarán tres sin que ninguna de las decisiones tomadas por el Gobierno central haya conseguido cambiar la tendencia.

Precisamente debido al empuje de los precios de la luz, el IPC de agosto se situó ayer martes en el 3,3%, su nivel más alto en 9 años. El INE confirmó ayer martes el dato adelantado del Estado y detalló el comportamiento del índice. Los precios crecieron en la CAV un 3,3%, en línea con el dato medio de España, pero en Nafarroa el IPC interanual se situó en el 3,6%.

Para encontrar incrementos de los precios mayores hay que remontarse a octubre de 2012 en el caso del Estado y hasta abril de 2011 si se busca una referencia más alta para la CAV y Nafarroa. Pero hace diez años el peso de la factura de la luz no fue tan elevado como en esta ocasión. La electricidad ha disparado su precio casi un 35% en el último año y la tendencia parece de momento imparable.

Las medidas puestas en marcha hasta ahora no han tenido el impacto deseado en los bolsillos de las familias. La rebaja del IVA de la electricidad del 21% al 10% y la suspensión del impuesto de generación eléctrica que se aprobaron en agosto apenas han logrado contener el IPC, que sin esas medidas se habría situado en el 3,6%.

Además de la subida de la factura de la luz, el repunte de los precios el mes pasado tuvo como protagonistas el encarecimiento de las frutas, de los automóviles y de los carburantes para el transporte personal.

En concreto, el grupo de vivienda elevó más de dos puntos su tasa interanual en agosto, hasta el 11,5%, por la subida del precio de la electricidad, mientras que el grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas incrementó dos décimas su tasa, hasta el 1,9%, por el encarecimiento de las frutas.

Al mismo tiempo, el grupo de transporte incrementó su variación interanual tres décimas, hasta el 8,8%, debido al aumento de los precios de los automóviles y, en menor medida, de las gasolinas para el transporte personal, que subieron más en agosto de este año que en el mismo mes de 2020.

Son tres grupos de productos que afectan prácticamente a todos los hogares y que están tensionando las economías familiares. La diferencia entre la inflación subyacente -la que excluye a la energía y la alimentación por su volatilidad- y la inflación real fue en agosto la más alta en 35 años. Así mientras el IPC subyacente subió una décima en agosto, hasta el 0,7%, con lo que se sitúa más de 2,5 puntos por debajo del índice general. Todo un reflejo de la desconexión de los precios de la electricidad y el de otros componentes de la cesta de la compra.

previsiones

¿Qué pasará de aquí a final de año? La fundación de las antiguas cajas de ahorros, Funcas, estima que el IPC podría llegar a superar el 4% en los próximos dos meses para luego volver a descender hasta el 3,9% en el último mes del año, cinco décimas por encima de su anterior previsión y un récord al nivel de los que está marcando el precio de la luz.

Estas cifras se han calculado partiendo de la estabilidad del coste del petróleo y de que el precio de la electricidad bajará un 15% en los dos meses siguientes tras las medidas anunciadas por el Gobierno.

En este escenario central, la tasa media anual de la inflación será del 2,7%, frente al 2,5% previsto anteriormente por Funcas. Para 2022, estima una inflación media del 2,2%, que se situaría en diciembre en el 1,4%. En cambio, si el precio de la electricidad no descendiera y se mantuviera estable, al igual que el petróleo, Funcas calcula que la tasa interanual de diciembre sería del 4,5%, con una media anual del 2,8%. Para 2022 dichas tasas se situarían en el 1,6% y 2,7%, respectivamente.

"La electricidad se ha convertido en el componente más volátil y determinante de las fluctuaciones del IPC, frente al petróleo, relativamente estable, y, por tanto, con menor incidencia en las oscilaciones de los precios", explicó ayer en un comunicado Raymond Torres, director de Coyuntura de Funcas.

Por su parte, la patronal CEOE espera que la inflación se modere en la última parte del año. La CEOE recordó que "el principal elemento inflacionista" ha sido el incremento del precio de la luz, así como de los carburantes, aunque se han notado otras subidas en la cesta, como ha ocurrido con los aceites, las grasas, las frutas o los huevos.

La patronal estima que el precio del crudo, con importantes incrementos respecto al año pasado, se mantenga "relativamente estable durante los próximos meses". "Seguirá presionando al alza la inflación, aunque de forma más moderada a partir de diciembre", agregó.

La patronal insistió en que las empresas están "asumiendo importantes costes de producción" y advirtió de que esta situación "está implicando una reducción significativa de los márgenes empresariales en un momento delicado para muchas de ellas".

Los sindicatos, por contra, reclamaron la subida del SMI y de los salarios en las empresas para amortiguar el impacto de los precios en las economías familiares.

El PNV interpela a Sánchez. La portavoz del PNV en el Senado, Estefanía Beltrán de Heredia, le preguntó ayer al presidente sobre las medidas que va a adoptar para evitar tanto el impacto en las familias como la pérdida de competitividad del tejido productivo, por el incremento del coste de la electricidad y de los hidrocarburos. Pedro Sánchez se mostró de acuerdo con Beltrán en que se debe hacer una reflexión en el ámbito europeo para apostar por compra centralizada de gas, pero no concretó ninguna actuación.