La energía pasó factura al bolsillo de los vascos en abril. Los costes de la electricidad y de las gasolinas calentaron el IPC hasta sus niveles más altos en los últimos cuatro años y medio, con un repunte mensual del 1,3% -un ritmo que no se registraba desde octubre de 2016- y del 2,5% respecto a hace un año -la cota interanual más alta desde abril de 2017-.Los precios rompen definitivamente así un letargo

que había permitido a los hogares contener su gasto. Lo hacen además con un fuerte protagonismo de productos que afectan prácticamente por igual a todas las familias, sobre todo el recibo de la luz.

La evolución del conjunto del Estado es similar, pero el caso de Euskadi es más llamativo. Primero porque, como ocurre cada mes, se sitúa en el grupo de las comunidades más inflacionistas. Además, la cesta de la compra vasca, la alimentación, es la que más se ha encarecido en lo que va de año. Ese es el motivo de que, coincidiendo en el repunte de los precios de la energía, el IPC interanual vasco sea a estas alturas ocho décimas mayor que el de Madrid.

En general, los carburantes y la luz aceleraron en el Estado la inflación hasta el 2,2% en abril en términos interanuales, 0,9 puntos más que en marzo y la tasa más alta desde octubre de 2018. En la evolución mensual, el repunte fue del 1,4%, una cota que no se alcanzaba desde hace nueve años, en abril de 2012. Son niveles que sitúan a España por encima de la media europea, que también dio un salto, en su caso de ocho décimas, hasta el 2%.

récord de inflación subyacente

Se confirma así el dato adelantado hace dos semanas y el empuje de los precios de la energía en el Estado. De hecho, la inflación subyacente -que no tiene en cuenta la evolución de la energía y de los alimentos no elaborados por ser los más volátiles- quedó en cero, tres décimas inferior a la de marzo y más de dos puntos por debajo del IPC general. Es la mayor diferencia entre inflación subyacente y general desde agosto de 1986.

El motivo es que la electricidad se encareció en abril un 36,9%, lo que elevó al 10% la inflación del grupo de vivienda -casi seis puntos más que en marzo-, un repunte al que también contribuyó que el gasóleo para calefacción se abarató menos que en 2020.

Además, los precios del transporte subieron un 7,4% -un repunte más de tres puntos y medio superior al de marzo- ante la estabilidad de los precios de los carburantes y lubricantes, que en 2020 se desplomaron en pleno confinamiento por la pandemia. Esos datos, que detalla el INE para el conjunto del Estado, son extrapolables a Euskadi.

En el caso de la alimentación, el comportamiento de los precios vascos es en cambio más inflacionista que en el del conjunto del Estado. En concreto, el IPC interanual de la cesta de la compra se situó en el 1,5% en abril, muy lejos del 0,3% del conjunto del Estado. Y si se analizan los productos destaca el repunte de las frutas frescas (5,3%), de los aceites (4,6%), de los lácteos (3,6%) o las carnes (2,6%) en Euskadi.

Además, aunque el comportamiento interanual no es tan llamativo (0,9%), la rúbrica de vestido y calzado repuntó un 10,3% en abril. Todos estos productos desde la energía hasta la ropa pasando por la alimentación, son de primera necesidad y las familias están notando su empuje. En el otro extremo, los hoteles, los viajes -a causa de las restricciones de movilidad- y los móviles, son los productos que más bajaron en abril.

¿Que va a ocurrir los próximos meses?

Las previsiones apuntan a un mantenimiento de la situación actual y no se vislumbra el techo. Entre las voces que valoraron ayer los datos del INE, la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) advirtió que la inflación se mantendra elevada en los próximos meses y que es posible que alcance el 3%. Funcas ha revisado esta semana al alza la previsión de inflación en respuesta a la subida del petróleo. Así, prevé que una tasa media de inflación del 2%, mientras que la interanual de diciembre se situaría en el 2,6%. Por su parte, en 2022 la tasa media sería del 1,3%. Con la vista puesta en la “baja” inflación subyacente, la CEOE auguró que el petróleo empujará “sensiblemente al alza” la inflación los próximos meses, pero irá amortiguando su influencia sobre el IPC gradualmente.

+37%

Los precios de la electricidad se han encarecido un 37% en lo que va de año, pero han acelerado en abril, cuando llegaron a multiplicar por cuatro los datos de doce meses antes, cuando se paró la actividad no esencial y gran parte de las empresas estaban cerradas. De este modo, el IPC de la rúbrica de vivienda se ha disparado un 10% en Euskadi respecto a abril de 2020.

+13%

Los precios de la gasolina y el diésel acumulan varios meses de escalada. El desglose de los datos revela que los combustibles líquidos se encarecieron un 31,4% en abril con respecto al mismo mes 2020; la gasolina, un 20,2%, y el gasóleo, un 16,5%. En términos de IPC, los carburantes repuntaron en Euskadi un 13% en abril.

+1,2%

Euskadi tiene en estos momentos una de las cestas de la compra más caras del Estado. Aunque en abril moderó su escalada, los precios de la alimentación crecieron un 1,2% interanual. El producto que lidera esa evolución es la fruta fresca, pero también los lácteos y la carne están en la zona caliente.