El viceconsejero de Empleo e Inclusión, Alfonso Gurpegui, cree que se dan las condiciones para empezar a recuperar en Euskadi empleo con calidad. Tras conocerse los datos de desempleo registrados en febrero, considera que el tejido económico está mostrando "una capacidad de resistencia muy sólida".

A pesar de que "está siendo un año muy duro y hay empresas y trabajadores que lo están pasando mal", el viceconsejero apunta que la recuperación de empleo de este mes presenta una intensidad similar a febreros de otros años en los que no había crisis.

El número de personas que buscan empleo en Euskadi y no lo encuentran era a cierre de febrero de 129.028 personas, un 1,30% y 1.702 personas menos que en enero según los datos registrados en Lanbide. Se trata de 11.789 personas más que febrero de 2020, si bien se trata también de una recuperación de empleo en intensidad similar a otros años en los que no hubo crisis.

En esta ocasión, el dato interanual es especialmente relevante porque, desde que comenzó la pandemia, febrero de 2020 ha sido la referencia, el último mes sobre el que se podían hacer análisis de tendencias, y al que siguió la declaración del estado de alarma y el posterior confinamiento.

A partir de ese momento se sucedieron datos que reflejaban el inmenso impacto que causaban en la economía y el empleo las decisiones para el control de la enfermedad. En todos esos datos había que tener en cuenta la amortiguación que supusieron los ERTEs, que llegaron a tener reconocidos más de 180.000 personas en Euskadi. Aun así, no se pudo evitar la destrucción de una parte del empleo, que alcanzó su pico en agosto con 146.450 personas desempleadas.

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DESEMPLEO EN EUSKADI

Son 129.028 las personas que no tienen empleo Estos datos indican que el mercado laboral sigue reflejando los problemas estructurales que arrastraba desde antes de la pandemia, la temporalidad y la parcialidad no deseada. Es una realidad a la que no se resigna este Gobierno, y sobre la que trabaja para acotar con distintas medidas que se desplegarán este ejercicio.

Asimismo, y a pesar de estar sufriendo la peor crisis en 80 años, desde el mes de agosto se constata un comportamiento del empleo distinto a los primeros meses de la pandemia y, sobre todo, muy diferente al conocido en crisis anteriores.

Antes de la crisis de 2008, febrero era un mes en el que el desempleo solía aumentar, algo que también hizo durante esos años de crisis. En cambio, desde 2015 el desempleo disminuye en febrero (salvo el pequeño repunte detectado en 2017) pero en menor medida que la registrada este mes. Hoy se registra un 10% más de personas paradas que hace un año, pero un 62% menos que hace medio año.