Los paros y la concentraciones de protesta de los trabajadores del fabricante vasco de tubos de acero inoxidable sin soldadura contra el ERE presentado para despedir a 150 personas por la grave crisis del sector de oil&gas desembocó el miércoles en serios enfrentamientos ante la puerta de la empresa alavesa entre trabajadores y ertzainas. Como consecuencia de estos incidentes, trece agentes de la policía vasca resultaron contusionados y dos manifestantes fueron detenidos por atentado contra la autoridad.

Los incidentes violentos, “rechazados y condenados” por la dirección de la compañía siderúrgica, se produjeron pasadas las 9 horas de la mañana cuando el autobús que trasladaba al personal de oficinas y de la dirección que no secunda la huelga general iniciada por la plantilla el pasado 15 de febrero, fue interceptado por medio centenar de manifestantes.

La protesta se inició antes de que comenzara la reunión entre la dirección y el comité de empresa, después de que el pasado 8 de febrero, Tubacex anunciara que el ERE que pretende aplicar en las plantas alavesas puede afectar a 150 trabajadores y el ERTE a la totalidad de la plantilla, algo más de 800 empleados.

Los incidentes, según fuentes de la Ertzaintza, se iniciaron cuando autobuses con trabajadores que no secundan la huelga trataban de entrar en el aparcamiento de la fábrica. Tras solicitar la policía vasca a los manifestantes que se apartaran, estos hicieron caso omiso y agredieron a los ertzainas. A la vista de los hechos, la dirección de Tubacex manifestó “su más absoluta condena y rechazo” a los sucesos ocurridos a primera hora de la mañana en su planta de Llodio.

Fuentes de Tubacex expresaron “su condena y rechazo a la violencia que se ha vivido esta mañana en el entorno de la fábrica” . La dirección de Tubacex recordó “el derecho que también tienen todos los trabajadores que así lo deseen a acudir a su puesto de trabajo”. Asimismo, la empresa siderúrgica alavesa reiteró su “disposición al diálogo en la mesa así constituida, que tenía previsto reunirse a las 10.30 de la mañana y que había sido aplazada hasta mediodía.

Crítica sindical

Los sindicatos se mostraron críticos con la actuación policial hasta el punto que Comisiones Obreras de Euskadi no dudó en calificar como “desmedida” la carga policial contra lo que el sindicato valora como una movilización “pacífica” de la plantilla de Tubacex

CCOO remarcó que “en el día de hoy, (por ayer) y una vez más, la Ertzaintza ha vuelto a actuar con una represión desmedida ante una concentración pacífica, en forma de sentada protagonizada por la plantilla de Tubacex en Laudio”, y dentro de “unas protestas laborales que no buscan otra cosa que la defensa del empleo”.

Finalmente, el sindicato reiteró “su compromiso con las trabajadoras y trabajadores de Tubacex en la defensa del empleo y la viabilidad de la empresa tubera”. Por su parte el sindicato policial ErNE a la vista del resultado de 13 agentes contusionados en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo solicitó al Gobierno vasco “más medios materiales y humanos para garantizar la seguridad de los ertzainas” y evitar “desgracias”. El sindicato calificó de “lamentables” las condiciones en las que hacen frente a estas actuaciones pues “debido a la falta de plantilla, el número de agentes que acude a las concentraciones es insuficiente. No se les deja usar los medios de los que dota el propio Departamento, se les obliga a entrar en una lucha cuerpo a cuerpo”.