El teletrabajo ha ganado terreno en Euskadi a raíz del confinamiento y ha venido para quedarse. Sin embargo, las urgencias del primer momento dejaron en un segundo plano cuestiones como la salud laboral de las personas que empezaron a cumplir con tarea desde casa. La directora general de Osalan, Lourdes Iscar, puso el viernes el acento en una de ellas, tal vez la que ha pasado más desapercibida hasta ahora: los riesgos psicosociales del aislamiento del empleado de su entorno profesional.

Por ello, Iscar aconsejó a las empresas que combinen el teletrabajo con jornadas presenciales semanales en la empresa y potencien el contacto con su plantilla, aunque esté en modo remoto. La directora del Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales participó en la primera jornada de un ciclo de cuatro conferencias organizado por IMQ Prevención con motivo del 25 aniversario de la aprobación de la Ley de Riesgos Laborales.

El acto inaugural contó con la presencia de la vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, y de la consejera de Salud, Gotzone Sagardui. Son los dos áreas del Gobierno vasco ligadas a la prevención de riesgos laborales, una cuestión en la que los avances de los últimos años se ven empañados cuando un trabajador muere en su puesto.

Tras las intervenciones de Mendia y Sagardui, la directora general de Osalan y el jefe de la Inspección de Trabajo en Bizkaia, José Antonio Carnero, debatieron sobre salud laboral en un encuentro moderado por el director gerente de IMQ Prevención, Jesús Dalmau. ¿Qué impacto ha tenido la Ley vasca de Prevención de Riesgos Laborales? ¿Ha contribuido a reducir los accidentes y a mejorar la salud de las plantillas? Tanto Sagardui como Carnero aseguraron que la normativa ha supuesto un gran avance, aunque todavía queda trabajo.

ENFERMEDADES PROFESIONALES

La número uno de Osalan defendió que en los últimos 25 años han mejorado las condiciones laborales y la seguridad. La siniestralidad es menor y además se detectan más enfermedades profesionales, algo que "no es malo" porque significa que hay "patologías que se estudian" y esas dinámicas favorecen en líneas generales la salud laboral. "La otra cara de la moneda es que no cabe pensar que todavía haya gente que se mate cayendo desde una altura", afirmó Iscar.

Tras esta reflexión general sobre la siniestralidad, el debate entró en el complejo terreno de la pandemia, que ha cambiado de arriba a abajo el sistema de trabajo de decenas de miles de trabajadores vascos. A juicio de Lourdes Iscar hay "métodos suficientes" para evaluar los riesgos. Otra cosa es la capacidad para "acompañar" esa evaluación de "medidas y la posibilidad de las empresas de ponerlas en marcha".

En este sentido, la directora general de Osalan pidió a las compañías que establezcan horarios bien definidos y organicen reuniones en grupo para que el personal no se desenganche de las dinámicas colectivas. Así, recomendó que los empleados tengan al menos un día de trabajo en la oficina para minimizar los riesgos. Del mismo modo, pidió que se realicen evaluaciones psicosociales para determinar el impacto de "medidas extraordinarias activadas para un circunstancia extraordinaria muy difícil".

Una barrera contra el virus. Tal y como explicaron ayer desde IMQ Prevención "la Ley de Prevención de Riesgos Laborales es una ley joven que camina hacia la madurez, inmersa en la segunda ola de una pandemia mundial que, en un primer momento, miramos de lejos como un problema de Salud Pública que poco tenía que ver con nuestro trabajo del día a día" pero que, ha quedado claro que el trabajo diario en el ámbito de la prevención de riesgos laborales es una de las barreras más importantes de lucha contra la propagación del virus".

Monográfico. Según añadieron, el Igualatorio Médico Quirúrgico ha planteado este monográfico sobre la ley, organizando un repaso de lo que han supuesto estos 25 años, su trayectoria, los escollos con los que se ha encontrado, los logros que se han conseguido con su implantación, así como la situación actual y sobre todo los retos de futuro".

Por su parte, el jefe de Inspección de Trabajo de Bizkaia afirmó que las empresas "no pueden dar la vuelta" a su organización para una "situación que es excepcional aunque dure siete meses". Con todo admitió que "no queda otra que adaptarse" y buscar fórmulas para minimizar "los riesgos psicosociales" del teletrabajo. Al mismo tiempo, Carnero advirtió de que ese riesgo sería más acusado en el caso de que se llegara a un nuevo confinamiento y fuera necesario volve a teletrabajar con los niños en casa.

El director gerente de IMQ Prevención, Jesús Dalmau, abogó por afrontar este problema que responde a una tipología que "antes pasaba desapercibido", porque las enfermedades laborales "empezaban de la cabeza para abajo". A su vez, defendió la necesidad de que el teletrabajo contribuya a la conciliación familiar y a mejorar la salud laboral de las personas que trabajan desde casa.

Una barrera contra el virus. Tal y como explicaron ayer desde IMQ Prevención "la Ley de Prevención de Riesgos Laborales es una ley joven que camina hacia la madurez, inmersa en la segunda ola de una pandemia mundial que, en un primer momento, miramos de lejos como un problema de Salud Pública que poco tenía que ver con nuestro trabajo del día a día" pero que, ha quedado claro que el trabajo diario en el ámbito de la prevención de riesgos laborales es una de las barreras más importantes de lucha contra la propagación del virus".

Monográfico. Según añadieron, el Igualatorio Médico Quirúrgico ha planteado este monográfico sobre la ley, organizando un repaso de lo que han supuesto estos 25 años, su trayectoria, los escollos con los que se ha encontrado, los logros que se han conseguido con su implantación, así como la situación actual y sobre todo los retos de futuro".